Jaime Valdes
Archivo Copesa
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La historia es la siguiente: en 2001 la Roja Sub 20 de Héctor Pinto clasificó al Mundial de la categoría realizado en Argentina y a pocos días del viaje para disputar el torneo, siete jugadores protagonizaron un episodio de indisciplina que se recuerda con frecuencia.

Jaime Valdés, Rodrigo Millar, Hugo Droguett, Joel Soto, Mario Salgado, Sebastián Pardo, Daniel Campos y Roberto Órdenes ingresaron a un centro nocturno clandestino ubicado en Mac Iver 175, comuna de Santiago Centro. “Metimos mucha bulla y llegaron ‘los amigos que no quiere nadie’ (Carabineros). Vieron que éramos de la Sub 20 y en vez de dejarnos ir como a cualquier persona nos dejaron detenidos toda la noche”, detalló “Pajarito” mediante una transmisión de Instagram.

La polémica en cuestión es denominada como “las luces rojas” debido a las declaraciones dadas en la conferencia de prensa (“Vimos unas luces rojas, nos detuvimos y se nos acercó una señora que nos metió conversa“) y desató una ola de críticas por parte de la prensa especializada.

Me acuerdo que nos reventaron. Especialmente Mauricio Israel a mí. Y después cómo terminó… era peor que yo”, sostuvo Valdés, quien recordó cómo lo abordó el técnico Héctor Pinto.

“En el camarín (Pinto) nos dice “se mandaron terrible cagada, ahora estamos viendo las medidas, parece que se van a tener que ir todos los involucrados”. Ahí me paré y dije ‘no profe, no es necesario. Me voy yo’. Agarro mis zapatos y hago como que me voy… Se para Hugo Droguett y dice ‘si se va él, yo también’. Y otros compañeros más. El profe reculó y dijo ‘lo vamos a conversar'”, expresó.

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