A pesar que nuestro país y prácticamente todo el mundo, el deporte se encuentra paralizado por la pandemia del coronavirus, los atletas nacionales se siguen preparando de una u otra forma para poder mantenerse activos, tras casi tres meses de encierro.
Bajo ese panorama, la snowboarder chilena, Isidora Assler, comentó cómo ha sido su proceso de crecimiento en el deporte, el que la ha llevado a ser bicampeona del Circuito Nacional de Freeride y mantenerse sanamente.
“Siempre hemos estado acostumbrados socialmente a dedicarnos a un puro deporte, e inocentemente el sistema nos exige eso. Esa creencia de que para ser el mejor hay que dedicarle el tiempo a uno solo, no lo veo así”, aseguró la deportista.
“A pesar que el snowboard es mi deporte principal, y más que eso, mi pasión, se me ha hecho esencial el aprendizaje de otros deportes que me han sumado experiencia y agilidad física para seguir desarrollándome como deportista, siempre sana (sin lesiones), consciente de la musculatura que necesito para cada uno y con la mente fuerte”, agregó.
“Yo practico hace más de cinco años escalada en roca y esto me ha fortalecido mucho la consciencia corporal, el equilibrio y cómo utilizar las extremidades para ascender en verticalidad una pared”, complementó.
“La escalada me ha enseñado lo esencial de tener una cordada, mi compañero en quien le confío mi vida y al mismo tiempo tengo su vida en mis manos. Me ha mostrado paisajes desde otras perspectivas, desde las alturas, similares quizás a las que tiene un pájaro que extiende sus alas y vuela por la extensa cordillera”, aseguró.
Pero no es solo el único deporte en el que Isidora Assler ha participado, sino que ha llevado su pasión por el snowboard al surf. “Esta especialidad es sinónimo de perseverancia. Llevo un poco más de un año metiéndome al mar y es un desafío sentirme cien por ciento cómoda”.
“Es increíble cómo se nota el progreso y es una satisfacción única. Uno sale con una energía renovada y, es que es increíble como el agua influye en nuestro cuerpo”, expresó.
Pero en su esencia, la criolla encontró una nueva forma de vivir el snowboard. El “Splitboard o randonée” que es caminar libremente por la montaña y descubrir lugares únicos. “Esto ha sido mi puerta para una dimensión inexplorada que encontré en la Cordillera de Los Andes”.
“Conocer cada rincón montañoso en su máxima expresión, más pura del invierno me ha llevado a tener mágicas experiencias”, cerró.