El Clásico Universitario válido por los cuartos de final de vuelta de la Copa Chile terminó en escándalo. Luego de solo 4 minutos de juego, el partido entre Universidad Católica y Universidad de Chile fue suspendido luego que barristas cruzados agredieran al portero de la U, Martín Parra.
El compromiso se llevaba a cabo con total normalidad y en el minuto 2 del partido el árbitro del partido, Felipe González, sancionó penal luego de una mano de Felipe Seymour. Un minuto más tarde, Fernando Zampedri fue el encargado de patear la pena máxima y abrir el marcador en Valparaíso.
Sin embargo, tras el festejo del gol, barristas de Universidad Católica lanzaron bombas de estruendo contra el portero de Universidad de Chile, Martín Parra. A los 4′ de juego, el meta fue impactado por la pirotecnia y rápidamente cayó al piso.
Parra fue asistido rápidamente y retirado de la cancha en camilla, mientras todos los futbolistas abandonaron el campo de juego. Luego de unos minutos, se anunció la suspensión del encuentro, mientras que Martín Parra fue trasladado a un recinto hospitalario.
Ahora será el Tribunal de Disciplina de la ANFP el encargado de decidir qué pasará con el encuentro al que le restaban 85 minutos de juego.