Botafogo logró un triunfo histórico al vencer al Atlético Mineiro 3-1 en la final de la Copa Libertadores, disputada en el estadio Monumental de River Plate. Este título, el primero del club en el máximo torneo continental, marcó un antes y un después en la historia del equipo carioca.
A pesar de enfrentar la adversidad desde el inicio, debido a la expulsión de Gregore por una falta sobre Fausto Vera en el primer minuto, Botafogo mostró determinación. Los goles de Luiz Henrique, Alex Telles y Júnior Santos sellaron el resultado, mientras que Eduardo Vargas marcó el único tanto para el Galo.
Festejos sin precedentes
El pitazo final del árbitro Facundo Tello desató una ola de celebraciones en Brasil. En el estadio Nilton Santos, miles de aficionados que siguieron la final en pantallas gigantes protagonizaron escenas de júbilo, reflejadas en videos compartidos por las redes oficiales del club. El título aseguró un lugar para Botafogo en la lista de campeones de la CONMEBOL, un logro largamente esperado desde la creación del torneo en 1960.
Calendario internacional para Botafogo
El éxito abre las puertas a nuevos desafíos internacionales. El equipo dirigido por Artur Jorge disputará la Copa Intercontinental frente al Pachuca de México y competirá en el Súper Mundial de Clubes 2025, enfrentándose a gigantes como Boca Juniors, River Plate e Inter Miami. Además, jugará la Recopa Sudamericana contra Racing y ya tiene asegurada su participación en la próxima edición de la Copa Libertadores.
Impacto deportivo y económico
Más allá de la gloria deportiva, Botafogo obtuvo ingresos significativos. A lo largo del torneo, el club recaudó 31.340.000 dólares, incluidos 23 millones por el título. Este logro, combinado con su liderazgo en la Serie A brasileña, consolida un año excepcional para el Fogao. Con dos partidos restantes, aventaja por tres puntos a Palmeiras, su principal escolta.
Botafogo no solo celebra su Gloria Eterna, sino que también se proyecta como un contendiente destacado en el fútbol internacional.
