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Mohamed bin Salmán
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Esta semana se confirmó la adquisición del Newcastle United por parte de Public Investment Fund (PIF). El grupo inversor saudí que venía intentando hace más de un año quedarse con el club inglés, finalmente lo logró y por la cifra de 350 millones de euros. Pero aún existen muchas incógnitas y comentarios por esta compra.

Por ejemplo, Amnistía Internacional fue la primera organización en referirse a la compra, emplazando directamente a la Premier League. “En lugar de permitir a aquellos implicados en la violación de los derechos humanos entrar en el fútbol sólo porque tienen dinero, instamos a la Premier League que cambie sus políticas de dueños y presidentes para que se adecúen a los derechos humanos”, comentó la organización.

Y es que quien está detrás del fondo es Mohammed bin Salmán, el príncipe heredero de Arabia Saudita, quien junto a su familia ostentan una fortuna 320 mil millones de euros. Un cifra desorbitante que, incluso, multiplica en once la del dueño del Manchester City, Sheikh Mansour.

Los lujos de Salmán

Salmán, que es sindicado como el verdadero rey de Arabia y que ejerce como viceministro, no le hace el quite a su abundante fortuna y la gasta en diversos lujos. Por ejemplo, en 2015 se hizo con Chateau Louis XIV y la transformó en la vivienda más cara de la historia (230 millones). El lujoso castillo cuenta con tres piscinas, 30 habitaciones, spa, cine, una discoteca, entre otros lujos. Ah, y el único subterráneo privado de Europa.

Pero por si fuera poco, MBS, como lo apodan, también posee el cuarto yate más caro del planeta, el cual tiene un valor cercano a los 485 millones de euros. ‘Seren’, como lo bautizó el millonario, cuenta con 133 metros de eslora. Además, posee piscina, teatro, rocódromo, helipuerto y un discreto garage, donde guarda un submarino. Algo poco que, además, se suma al cuadro más caro de la historia que decora su ‘humilde’ yate, llamado ‘Salvatore Mundi” de Leonardo da Vinci y que le costó 389 millones de euros. 

Por otro lado, el príncipe heredero organizó en 2015 una desenfrenada fiesta en Las Maldivas. En la ocasión, según contó gente que estuvo ahí, Salmán trasladó a cerca de 150 mujeres de Rusia y Brasil -quienes tuvieron que someterse a exámenes para descartar enfermedades de transmisión sexual- y contrató a reconocidos artista como Pitbull, el DJ Afrojacko o al famoso Psy (Gangnam Style). Se habla que el saudí, además, pagó 5000 dólares por el silencio de 300 empleados, pero no sirvieron de mucho. 

Su carrera en política

Salmán, que a sus cortos 36 años cuenta con un extenso currículo político, ha desarrollado diversas reformas en el país saudí, destacando las mayores libertades que le ha entregado a las mujeres. De hecho, les eliminó la prohibición de conducir, permitió los primeros conciertos hechos por mujeres, liberó su ingreso a los estadio y promovió la inclusión femenina a la fuerza laboral.

Por otro lado, se le ha atribuido el aperturismo que ha experimentado su país. Y, también, se le asigna una redada anticorrupción con la que habría recaudado 86.000 millones de euros.

Las sombras de Salmán

Sin embargo, Mohammed bin Salmán tiene una mancha en su expediente. Y es que al príncipe heredero se le relaciona  con el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi. “Un informe de inteligencia de Estados Unidos implica al príncipe heredero de Arabia Saudita en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ocurrido en 2018. El reporte desclasificado, que fue divulgado por el gobierno del presidente Joe Biden, señala que el príncipe aprobó un plan para capturar o matar a Khashoggi”, contó la BBC en su tiempo. Aunque Salmán lo niega. 

Recordemos que Khashoggi en 2018, a sus 59 años,  fue al consulado de Arabia Saudita para obtener unos documentos que le faltaban para su matrimonio. Pero tras ese viaje nadie lo volvió a ver con vida. Al darse a conocer el lamentable hecho se hablaba de que el comunicador había sufrido una sobredosis, sin embargo, y tras la investigación se determinó que fue descuartizado vivo en el consulado.

Ante esto, y tras unos años después, en abril de 2020, la viuda de Khashoggi, Hatice Cengiz, condenó la venta del Newcastle al PIF, señalando que  “arruinaría la buena reputación de la Premier League, ya que esta adquisición repararía la posición de las autoridades saudíes en el panorama internacional”. 

 

 

 

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