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Un día como hoy, pero hace 13 años, una violenta infracción dio la vuelta al mundo. En la victoria del Real Madrid por 3-2 frente al Getafe correspondiente a la jornada 32º de la Liga, Pepe perdió el control por completo.

En el minuto 87’ del partido el defensor portugués empujó a Javier Casquero en el área, cometiendo penal. Sin embargo, cuando el mediocampista cayó, Pepe le propinó dos patadas en el piso, lo agarró por la cabeza y pisó su tobillo izquierdo.

Por si fuera poco, cuando los jugadores del Getafe se acercaron a separarlo de su compañero, Pepe empujó a uno y le dio un golpe de puño a otro (Juan Albín). Cuando abandonaba el campo de juego le dijo al cuarto árbitro “todos son unos hijos de puta”, según consignó el informe del juez central.

La violenta acción fue sancionada por el Comité Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con diez partidos de castigo, por lo que se perdió el resto de la temporada, incluido el clásico frente al FC Barcelona.

Ocho años más tarde, en su presentación con nuevo jugador del Besiktas, Pepe se refirió a la polémica acción que tuvo lugar el 21 de abril de 2009. “Yo no he cambiado mi forma de jugar, siempre he sido el mismo. He buscado una explicación, pero no la encuentro. Aunque eso es parte del pasado. Las estadísticas muestran el tipo de jugador que soy”, dijo en aquel entonces.

“Soy un jugador que en el uno contra uno intenta dar lo mejor. Protejo mi portería para que el rival no marque, por eso tengo que jugar duro cuando es necesario”, agregó.

Hoy se cumplen 13 años de una acción que le costó cara a Pepe, pero que no hizo cambiar su particular y controvertida forma de jugar.

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