El pasado 6 de abril se remeció al fútbol chileno. Luego de una denuncia de Tribuna Andes de una presunta irregularidad en el duelo de promoción entre Huachipato y Deportes Copiapó, Radio ADN reveló un audio donde Francisco Gilabert reconocía que existió presión “desde Santiago” para cobrar un penal a favor de los acereros.
Doce días más tarde, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) dio a conocer los resultados de la investigación en la que se desestimó posibles irregularidades y presiones indebidas en el compromiso que tuvo lugar en el Estadio CAP Acero de Talcahuano.
Los antecedentes del caso fueron llevados adelante por Miguel Ángel Valdés, oficial de cumplimiento de la ANFP. Además, el informe detalló que la investigación se llevó a cabo a través de interrogatorios con los involucradas, pesquisas telefónicas y revisión de documentos.
“De acuerdo con los antecedentes analizados en el curso de esta investigación, se pudo determinar fehacientemente, en más de 200 páginas del informe de investigación internas, a través de entrevistas, recopilación de datos, informes (externos e internos) y diversas pruebas documentales, que no existe ni ha existido intervención o presión indebida, abuso de autoridad ni injerencia alguna de parte de terceros, respecto a la decisión adoptada por el árbitro, el Sr. Gilabert en el cobro del penal en el minuto 69”, dice el documento.
“Descartándose, con los antecedentes recabados en el curso de la investigación, cualquier tipo de comunicación desde Santiago con los árbitros presentes ese día en el encuentro”, añade el escrito.
El informe, además, descarta la posibilidad de arreglo, amaño o manipulación del partido de promoción. “Por otra parte, se logró determinar de manera clara y precisa, a través de informes encargados y recibidos de las empresas externas y especializadas en análisis de partidos, Genius Sport y Sportradar, que se descarta categóricamente indicios de cualquier tipo de arreglo, amaño o manipulación del partido en cuestión”, agrega.
