
Ricardo Gareca seguirá siendo el director técnico de la selección chilena. Así lo confirmó este viernes el presidente de la ANFP, Pablo Milad, luego de una reunión clave sostenida en Quilín con el entrenador argentino y el directorio de la federación. “Gareca continúa. No hay ningún tipo de renuncia. Mostró las ganas de seguir”, señaló el dirigente, ratificando que el “Tigre” dirigirá al menos los partidos de la fecha FIFA de junio.
La continuidad del técnico estuvo en duda hasta el último momento, debido a la mala campaña en las Eliminatorias, que mantiene a la Roja en el último puesto de la tabla, y al descontento acumulado por los resultados obtenidos. Según se conoció, en la reunión de esta jornada se le planteó a Gareca el malestar del directorio, una propuesta de salida pactada y la posibilidad de terminar anticipadamente el vínculo. Sin embargo, por ahora, el técnico decidió seguir.
Un encuentro decisivo en Quilín
Gareca llegó a la sede de la ANFP pasadas las 15:40 horas, acompañado por su círculo más cercano: el ayudante técnico Sergio Santín y el preparador físico. No lo hizo su abogado, Mario Cupeli, lo que fue interpretado como una señal de que no se concretaría una ruptura inmediata. Lo esperaba Pablo Milad, quien había regresado desde Paraguay tras cumplir funciones como vicepresidente de la Conmebol, junto al secretario general de la ANFP, Jorge Yunge.
La cita tenía un objetivo claro: evaluar la continuidad del proceso. En la mesa estaba el bajo rendimiento del equipo, los pobres resultados ante Paraguay y Ecuador, y también el alto costo económico de una eventual desvinculación. Hasta antes del encuentro, no había una decisión definitiva.
Milad y la decepción tras Ecuador
El empate sin goles ante Ecuador profundizó la desilusión dentro de la dirigencia nacional. Tras ese partido, Milad reconoció que Gareca no cumplió la meta establecida para la última doble fecha: obtener los seis puntos. Aunque el discurso oficial sostenía que las matemáticas todavía daban opciones de clasificación, la realidad futbolística y los antecedentes históricos contra los próximos rivales (Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay) dibujan un panorama desalentador.
La continuidad de Gareca parece, por ahora, más administrativa que futbolística, sostenida en parte por la falta de alternativas inmediatas y el peso de su contrato. Sin embargo, todo indica que los próximos partidos serán decisivos para su permanencia al mando del equipo nacional.