La OPEP acordó este viernes aumentar la producción en cerca de un millón de barriles diarios para hacer frente al aumento de la demanda y pese a la reticencia inicial de Irán.
“Tenemos consenso”, dijo el ministro saudí de Energía Khaled Al Falí al salir de la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
“Nos pusimos de acuerdo en una cifra aproximada de un millón” de barriles de aumento, indicó el ministro, “creo que contribuiremos de manera significativa a satisfacer la demanda suplementaria que prevemos para la segunda mitad” del año.
El acuerdo incluye a la OPEP pero también a otros diez países petroleros, entre ellos Rusia. La cifra de un millón de barriles diarios es además un aumento global, es decir, que no implica un aumento específico para cada país.
Este sistema permite que sólo aumenten la producción los países capaces de ello mientras otros, como Irán, bajo sanciones internacionales, o Venezuela, con una industria petrolera en dificultades, no se vean obligados a hacerlo.
El acuerdo llega tras una semana de tensiones entre Arabia Saudita y Rusia, favorables al aumento, e Irán, que abogaba por mantener el nivel actual. Tras el anuncio, el Brent el Mar del Norte subía casi un 3%, alrededor de 75 dólares, mientras que el WTI, de referencia en Estados Unidos, se cotizaba al alza alrededor de 67 dólares.
Tras la reunión de la OPEP este viernes en Viena, el sábado se celebra un segundo encuentro que incluye además a los otros diez países, un total de 24 que conforman la llamada OPEP+.
Desde 2016, este grupo, que representan cerca del 50% de la producción mundial, tenía un acuerdo que limita su producción, un pacto que dio sus frutos, con un barril que supera los 70 dólares en los últimos meses, frente a los menos de 30 que llegó a valer a principios de 2016.
Pero tanto Arabia Saudita como Rusia pedían cambiar de rumbo pese a las reticencias de Irán, sometido a las sanciones de Estados Unidos y que, en consecuencia, tendría dificultades para extraer más crudo.
Preocupación por Irán y Venezuela
Los saudíes están preocupados en particular por la caída de la producción, no solo en Irán sino también en Venezuela, y advierten del riesgo de escasez en el mercado en los próximos meses.
En el mismo sentido, el ministro ruso del petróleo, Alexander Novak, advirtió el jueves que aunque el mercado está “equilibrado” por ahora “es muy importante evitar que se sobrecaliente”.
Irán, en cambio, acusa a las sanciones estadounidenses. “Es el presidente Trump el que ha creado las dificultades del mercado con sanciones contra dos miembros fundadores de la OPEP”, en referencia a Irán y Venezuela, dijo el ministro iraní del petróleo, Bijan Zanganeh, a su llegada a Viena el martes.
La continua caída de la producción en Venezuela ha sido otro de los argumentos de saudíes y rusos a favor de aumentar la producción.
En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió la semana pasada del importante declive de producción en el país sudamericano, actualmente cercana a los 1,5 millones de barriles al día, y que podría caer, según sus previsiones, a menos de un millón a finales de este año.
Sin embargo, Manuel Quevedo, el ministro del Petróleo y presidente de la petrolera estatal PDVSA, aseguró que se mantiene el objetivo de aumentar en un millón de barriles la producción en 2018 reconociendo que sería “un reto”.
Pol Costa
© Agence France-Presse