En el Congreso se discute la aplicación de un impuesto a los “súper ricos”, un gravamen único con tasa de 2,5% a los patrimonios iguales o superior a los 22 millones de dólares. El objetivo de la recaudación sería implementar políticas públicas de emergencia social y económica, en el contexto de la pandemia.
En entrevista con “La Mañana Interactiva” de Agricultura, el economista Bernando Fontaine analizó la propuesta de forma negativa, diciendo que “es una cosa súper atractiva políticamente”, pero injusta.
“Si uno le hace doble click, es sabido del primer curso de económica, que cuando la economía se está derrumbando cobrar impuestos es lo peor que uno puede hacer, por lo que el sentido común dice que hay que postergarlo a un momento en que la economía haya resurgido“, sostuvo.
“Este impuesto a los súper ricos se ha aplicado en algunos países y de 14 países de la OCDE quedan solamente tres, con tasas muy bajitas, recaudan muy poco, porque el capital es muy esquivo. Las personas pueden trasladar su fortuna a otra parte, una persona que tiene una fortuna grande tiene a los mejores abogado del mundo, puede moverse como pez en el agua, de manera que cuesta capturar ese impuesto”, sostuvo Fontaine.
Además, señaló que este tipo de impuesto “tiene un elemento de injusticia importante, que esas personas ya pagaron impuestos para ganar esa fortuna, entonces uno le pondría un impuesto sobre un impuesto. Además la forma de pago es que tendrían que pagar mas impuestos para disponer de plata pagar el impuesto, entonces se produce un triple impuesto. Esa cuestión no es muy justa“.
“Lo correcto es que las personas que ganan mas paguen más impuestos a la renta, por lo que ganan, por su ingreso, no por lo que tienen. Y esa es la formula que han adoptado todas los países, entre otros Chile, por eso en Chile una persona que gana 8 millones de pesos al mes, creo que ese es el monto, paga 40% de impuesto”, dijo.
“Nadie está en contra de que los que más ganan más paguen, eso existe en Chile y si hay que profundizarlo, hay que hacerlo, como eliminar exensiones y también fiscalizar, pero el impuesto al patrimonio siempre ha sido muy injusto. Suena muy bien, por eso a los políticos les gusta“, concluyó.