El concepto “metaverso” no es nuevo. La ciencia ficción fue la primera en acuñar este término y una de sus últimas producciones lo grafican a la perfección. La película Avatar lo explica en una de sus mejores representaciones, un mundo donde la virtualidad se hace parte de la realidad, adoptando nuevas conductas, aspectos e interactuando con otras personas, cumpliendo con sus expectativas y siendo la realidad en que las persona desean vivir.
Recientemente, Facebook anunció que su próximo objetivo es saltar a dicha tecnología, que aunque no es fácil, esta red social ya cuenta con todo lo necesario: usuarios, relaciones establecidas, espacios dedicados a cada interés, etc.
“Hay varios metaversos que están compitiendo para ser predominantes, en donde toda la gente pueda interactuar. El desafío de Facebook está en tener todo disponible para que el usuario pueda cumplir sus sueños, esa es la base, sueños de una vida perfecta”, señala Erich Philipp, CEO de AppAR y experto en E-commerce.
Pero este nuevo mundo no solo se queda en la entretención o ficción, sino que ya comienza a invadir en el comercio electrónico. La convergencia de la realidad física, aumentada y virtual en un escenario digital, son parte de los objetivos de grandes empresas que cuentan con los recursos pero, en muchos casos, no con la tecnología.
“La realidad aumentada (AR) y la realidad virtual, son un conjunto de realidades inmersivas que hacen posible el metaverso. La AR permite generar imágenes en 3D que sacan del plano bidimensional las figuras y productos, aportando la realidad necesaria para la construcción de este nuevo mundo”, dice Philpp.
Ahora bien, nuevo mundo y nuevas reglas, según el experto, el metaverso tendrá que regularse, quizás no en un comienzo, pero así como la tecnología propicia nuevas y atractivas herramientas, también es un arma para cometer ciberataques o robos de información. Por esta razón, no sería raro en un futuro cercano, contar con compañías de seguros que protejan tus productos o datos en el metaverso, regulando así sus procesos.
Hace un tiempo la separación entre lo analógico y lo digital estaba muy marcada, “hoy esos límites deben ser más regulados, el metaverso se debe diseñar de tal forma que se diferencie la vida real de un universo digital, agregando un valor humano a la tecnología y que sea amigable. El trabajo tecnológico implica nuevas formas de vidas seguras y protegiendo los datos cibernéticos de las personas”, señala Tomás Vera, director de Zenta Group.
Si bien, las empresas no tienen que abocar todos sus esfuerzos al tema de los metaversos, no deben dejar de estar presentes. Si los metaversos logran la masificación, prontamente toda nuestra realidad mutará y solo la institución más preparada tendrá el protagonismo del futuro.