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cerezasLas intensas precipitaciones que oscilaron entre los 20 y los 40 milímetros el 24 de septiembre, generaron la caída de flores, con la consiguiente destrucción de los órganos reproductivos.

La inusual presencia de lluvias y heladas en la región del Biobío durante los meses de septiembre y octubre, fueron mucho más que una manifestación del cambio climático para cientos de productores de cerezas de la zona. En ese sentido, el investigador en berries de INIA Quilamapu, Cristián Balbontín, indicó que las intensas precipitaciones que oscilaron entre los 20 y los 40 milímetros el 24 de septiembre, generaron la caída de flores, con la consiguiente destrucción de los órganos reproductivos.

A ello se suman varios episodios de bajas temperaturas que en algunos sectores adoptaron la característica de heladas. El complejo escenario climático, agregó Balbontín, se ha visto agudizado con la alternancia hasta mediados de noviembre, de lluvias repentinas, sol y altas temperaturas, lo que constituye un escenario propicio para la aparición de enfermedades fungosas como el tizón de la flor y la pudrición o moho gris en cerezas, y enfermedades bacterianas como el cáncer del cerezo.

Este informe, liderado por Cristián Balbontín, establece que entre un 60% a 65% de la producción regional de cerezas (unas 1.300 hectáreas) se ha visto afectada

“Todo ello puede afectar de forma severa el potencial productivo de esta especie frutal”, sentenció el investigador INIA.

Graves daños a cerezos  

Junto a Rodrigo García, Seremi de Agricultura del Biobío, el investigador en berries se desplazó hasta la comuna de Quillón, provincia de Ñuble, donde se dieron a conocer los resultados del informe técnico INIA alusivo a los daños en la producción de cerezas. Este informe, liderado por Cristián Balbontín, establece que entre un 60% a 65% de la producción regional de cerezas (unas 1.300 hectáreas) se ha visto afectada.

El profesional de INIA agregó que “considerando la ocurrencia de episodios erráticos de precipitaciones durante lo que resta del desarrollo y maduración de los frutos, la situación puede agravarse para aquellos productores que no cuenten con cubiertas plásticas sobre sus huertos que impidan el contacto directo del agua con la superficie de las cerezas, pudiendo presentarse problemas de partidura al final del periodo”.

Además, destacó la importancia de resguardar el control técnico de los cultivos de cerezas y llamó a los agricultores a realizar las respectivas aplicaciones de fungicida en las fechas que corresponde.En vista del daño generado, Rodrigo García anunció medidas de apoyo a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), consistentes en “dar facilidades de pago a los agricultores y también facilidades de crédito para que puedan comprar insumos en lo que queda de temporada”.

El Secretario regional añadió que “nos interesa que lo que queda de producción de cerezas esté en buenas condiciones porque así van a poder obtener mejores precios y de alguna manera recuperar parte de las pérdidas de fruta por los mayores precios que se puedan obtener”.

Preocupación entre productores

Juan Cancino, productor de la zona de Queime en la comuna de Quillón, manifestó su preocupación por la situación que están viviendo con las cerezas.

“Este sector es uno de los más afectados, desgraciadamente vivimos de esto así que este año estamos mal, tenemos unas pocas hortalizas pero eso es como para complementar. Lo fuerte es la cereza, el año pasado igual hubo merma pero no como este año. Es positivo que el Seremi venga a terreno porque así verifica la realidad que vivimos”, dijo.

Fuente: INIA

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