Comparte

uva31Esta zona es la única del país que cuenta con un programa estratégico de Corfo para una fruticultura sustentable, que pretende adaptar esta industria a las nuevas exigencias, atacando las brechas existentes para mejorar la calidad de las producciones de cítricos, paltos, nogales y uvas de mesa.

La idea es transformar a la fruticultura de la V Región de Valparaíso en una industria sustentable, capaz de entregar productos de alto valor, que sea un sector amigable con el medio ambiente, económicamente rentable y con equidad social. La meta final es que el sector productor y exportador frutícola dé un salto en calidad, que le permita poner los productos de la región en los mercados más sofisticados.

Todo eso y un poco más es lo que plantea el Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable que ya está en marcha, en el comienzo orientado a cuatro especies frutales: uva de mesa, cítricos, paltos y nogales. La meta es transformar la región en un polo de desarrollo para la fruta y aumentar hasta en 50% el valor de las exportaciones en la próxima década.

El proyecto es parte del Programa Nacional Estratégico para los Alimentos Saludables planteado por Corfo, y contempla en un plazo de 10 años -2015-2025- la ejecución de distintas etapas y actividades. El proceso se inició a comienzos de 2015, con un diagnóstico que identificó siete temas prioritarios: disponibilidad y uso del recurso hídrico, genética, manejo agronómico sustentable, mercados de fruticultura sustentable, capital social, capital humano y gestión laboral y asistencia técnica.

Las áreas más relevantes

Son siete los ejes consensuados para apuntalar la sustentabilidad frutícola, pero para Claudio Maggi, gerente de Competitividad de Corfo, dos son los pilares más importantes. Uno es el desafío que plantean los mercados de exportación, que cada vez están exigiendo mayores condiciones a la fruta y a la forma en que se produce.

“Son exigencias que tienen que ver con la calidad, la trazabilidad; es decir, que puedan dar cuenta de cómo fue producida esa fruta, cómo fue manejada en precosecha, poscosecha y en el transporte, atributos que son parte de los temas calidad, como también aspectos como las huellas de carbono e hídrica, que son muy importantes y pasan a ser parte de esta mirada”, señala Claudio Maggi.

El tema tiene que ver también con cómo van cambiando las tendencias de consumo.

“Son las que nos hacen movernos desde nuestra capacidad productiva hacia variedades que tienen mejor acogida y mejor precio… El tema hay que manejarlo con una lógica prospectiva, hacer inteligencia de mercado para tener la capacidad de anticipación en términos de los atributos de la producción exportada”, agrega.

El otro gran reto, según el gerente de Competitividad de Corfo, es el cambio climático.

“Implica que tenemos menor disponibilidad de agua y, probablemente, situaciones de estrés hídrico más frecuentes que en el pasado. En ese sentido, desarrollar tecnologías de eficiencia hídrica, además de un mejor manejo del recurso, temas como la transferencia y esquemas de riego inteligente pasan a ser fundamentales. No se trata solo de riego por goteo, sino de instalar sensores que permitan identificar a los regantes el nivel de requerimientos y ajustar eso a la disponibilidad de agua, de manera de ser ultra eficientes en el manejo hídrico. También se trata de identificar las variedades de mejor comportamiento frente al estrés hídrico; es decir, minimizar las pérdidas frente a estas situaciones pasa a ser muy importante.

En la Asociación de Exportadores coinciden en que el tema del agua es prioritario, tanto desde el punto de vista de la disponibilidad como de la gestión. “Para eso se requiere de una estrategia que considere implementar tanto grandes obras, como las anunciadas por el Ministerio de Obras Públicas, como también el apoyo a obras menores y, por supuesto, el apoyo necesario para que las pymes del sector puedan contar con el equipamiento necesario y sus respectivas tecnologías de apoyo, que les permitan hacer un uso más eficiente del agua”, plantea Ronald Bown, presidente de Asoex.

Otro punto es el óptimo funcionamiento de las juntas de vigilancia de los canales y cursos de agua, para lo cual la autoridad y los gremios de usuarios deberían proponer una actualización de las normas y atribuciones de esas organizaciones para asegurar los niveles de los caudales necesarios para lograr el funcionamiento pleno de la agricultura.

Como factor importante, Bown nombra la implementación de un manejo agronómico sustentable en temas como detección y control de plagas.

“Esta es una política que debería desarrollar el Estado en forma coordinada con el sector productivo, con rapidez y oportunidad en la implementación de medidas eficaces para mejorar las condiciones fitosanitarias. Eso requiere recursos de uso inmediato por parte del SAG, lo que amerita la creación de un Fondo de Emergencias Fitosanitarias”, agrega Bown.

También propone el desarrollo de programas de mejoramiento genético a nivel local y procesos de prueba y adaptación de nuevas variedades del exterior. También un mayor esfuerzo de promoción centrado en la calidad, beneficios para la salud e inocuidad alimentaria.

Otro punto que destaca es la necesidad de profundizar la apertura comercial, privilegiando la acción coordinada público-privada.

Por último, propone preocuparse del factor capital humano y desarrollo de las personas.

“A nuestro entender, para mejorar la productividad del sector frutícola se requiere que el trabajo sea cada vez más eficiente, por eso hemos planteado avanzar en capacitación, competencias laborales y buenas relaciones laborales entre los trabajadores, empleadores y el Estado. Chile necesita moverse rápido hacia nuevos paradigmas de participación, incluso dentro de las empresas. Por eso la metodología impulsada por la OIT, llamada “Sistema Integral de Medición y Avances de la Productividad (Simapro)”, resulta ser útil y productiva en las empresas productoras y exportadoras de fruta fresca, porque promueve una relación más horizontal y deja que surjan ideas desde las distintas áreas de trabajo, que aplicadas se convierten en innovación, mayor productividad, salarios y mejor clima laboral”, destaca.

Visión crítica

Otra mirada tiene el presidente de Fedefruta, Juan Carolus Brown, también productor de frutas de la V Región.

Destaca las buenas intenciones que tiene Corfo al impulsar un plan que teóricamente puede estar muy bien estructurado, pero resalta la dicotomía que advierte entre lo que propone el plan a largo plazo y las políticas públicas del Gobierno.

“Un ejemplo concreto para llegar a una agricultura sustentable es que requiere entre muchas cosas, un buen uso de los recursos hídricos, se necesita ser amistoso con el medio ambiente, se requiere ser económicamente viable y también tener buena relación con la fuerza laboral, pero resulta que por otro lado, tenemos una reforma laboral que todo lo que está tratando de hacer es poner en contra a los trabajadores con los empresarios”, señala.

Pero también plantea inconsistencias en el tema del manejo del agua. Como, por ejemplo, las inversiones que ha hecho la Comisión Nacional de Riego en la entrega de subsidios de riego a nivel intrapredial versus la construcción de embalses.

“Es la política del predio para afuera. Hablemos del tema del embalse Puntilla del Viento, que ahora se va a cambiar por otro más pequeño que se llamaría Pocuro, lleva más de 50 años en estudio, o los revestimientos de canales, bocatomas unificadas donde no hay ningún proyecto que vaya en esa dirección”, reclama.

Lo que plantea es que en estos temas tenga una mayor participación el Ministerio de Agricultura.

Fuente: SimFruit

 

Últimas Noticias