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lobesia4Patricia Estay, investigadora de INIA La Platina y coordinadora de proyecto, adelantó a Revista Agro algunos de los resultados de estos estudios que ya arrojan interesantes avances, como la existencia de agentes naturales que pueden controlar naturalmente la agresiva plaga.

El programa chileno para el control de Lobesia botrana, o la ya conocida polilla de la vid, que produce nefastos efectos en la producción de uva, es un proyecto conjunto en el cual diversos organismos chilenos están colaborando, entre ellos el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, INIA.

En este marco, el año pasado, este organismo comenzó una serie de estudios, los cuales buscan apoyar el trabajo que hoy realiza el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, para controlar la plaga.

La investigación se enmarca en un proyecto de investigación FIA llamado “ Desarrollo de Modelos de Alerta para el Control de Lobesia Botrana en Chile”, el cual ha llevado a que científicos, principalmente de INIA La Cruz en la Quinta Región e INIA La Platina en la Región Metropolitana se concentren en el análisis de muestras de estos insectos en sus diferentes estados de desarrollo.

Patricia Estay, investigadora de INIA La Platina, es coordinadora de proyecto, y cuenta cómo es que el Instituto se ha involucrado en esta cruzada nacional “este proyecto está apoyado por el SAG con el cual estamos trabajando, además de la FDF con los cuales tenemos estaciones de monitoreo en tres regiones del país, entre ellas la Sexta Región. En las estaciones de monitoreo analizamos durante todo el año las poblaciones de Lobesia. Vamos monitoreando la distribución de la plaga en sus estados inmaduros en predios que están con el sistema de confusión sexual y otros sin confusión sexual”

Según la coordinadora el objetivo es recatar toda la información útil que entregue el ciclo de vida propio del insecto “estamos determinando por ejemplo, cuales son las temperaturas que permiten que se desarrolle, con el objetivo de aportar al sistema de alerta que está desarrollando el SAG en base al monitoreo de poblaciones en trampas con feromonas. Nosotros estamos correlacionando esto con los estados inmaduros y su distribución”.

Patricia Estay destaca, que entre los principales resultados “está que en los predios donde hay confusión sexual se presentan estados inmaduros -o huevos del insecto- en los bordes, sectores colindantes, semi urbanos, donde no hay confusión sexual; en esos límites uno encuentra con mucha frecuencia la presencia de estados inmaduros, que es el huevo de la polilla”.

Así también, Estay indica que INIA ha hecho un importante aporte en el análisis de los productos químicos que hoy son usados por los agricultores para controlar la plaga. “En conjunto con el SAG hemos contribuido a desarrollar protocolos para la evaluación de insecticidas. Hasta el año pasado habían alrededor de 31 insecticidas registrados para su uso en Lobesia botrana y esos se han ido evaluando mediante un protocolo que ha permitido dejar fuera -de la estrategia nacional- a varios productos que tienen menos de un 50% de eficacia” .

PARÁSITOS EN LAS PUPAS

El ciclo de la polilla de la vid es similar al de sus especies parientes, como las mariposas. En primer lugar tras el apareamiento, dan origen a un huevo que es injertado en el fruto, el cual luego se transforma en una larva que se alimenta de los nutrientes de las propias uvas – por ello la plaga destruye de manera agresiva la producción de esta fruta-. Posteriormente, los frutos caen al suelo, o en la misma parra se forma la pupa, la que dará origen posteriormente a la Polilla de la Vid.

Uno de los estados del insecto analizado por los investigadora de INIA, es precisamente la pupación, y en este período encontraron datos más que interesantes precisamente en la Región de O’Higgins.

“En otoño e invierno monitoreamos las pupas y hemos tenido resultados en términos de que hemos encontrado parasitismo de pupas en los predios donde hay confusión sexual y bajas aplicaciones de control químico. Se trata de una pequeña avispa, que es un parásito de pupas. Esto es muy importante porque estamos encontrando alrededor de un 30% de parasitación, lo que sucedió en forma natural, principalmente en la Sexta Region, en la zona de Chépica, donde tenemos dos estaciones de monitoreo”, afirma Patricia Estay quien agrega otro dato “las aplicaciones que se hicieron en la temporada 2015-2016 fueron dos de insecticidas en primera generación, el resto fue solo confusión sexual y en esos lugares hemos encontrado el parasitismo local, lo que trae consigo disminución de las poblaciones de Lobesia para el primer vuelo, ya que atacan el estado invernante de este insecto que es la pupa”.

La investigadora suma en su relato, cual es el proceso de laboratorio al cual fueron sometidas las pupas que han entregado estos hallazgos: “La pupación la hemos encontrado desde fines de febrero y alrededor de inicios de mayo, hemos detectado el parasitismo. Así recolectamos las pupas, y cada 15 días las sometemos a distintas temperaturas, desde 7 hasta 14 grados esperando que emerja el adulto. En el 30% de las pupas analizadas hemos visto que ha aparecido este parásito, que es nativo, que se ha encontrado en otras especies”.

Según la experta, la existencia de este parásito demuestra que hay en el país especies nativas que permiten controlar la Lobesia, los cual podría ser usado en el futuro como una herramienta complementaria de control chilena “hay otro países que tienen Lobesia, donde ya esta controlada también mediante parasitismo nativo, por lo tanto no es algo lejano”.

METODOS DE CONTROL NATURALES

Sumada a la actuación de los agentes parasitarios, otro método que están poniendo a prueba los investigadores de INIA como herramientas de control natural, es el uso de hongos entomopatógenos: “estamos trabajando en buscar estos otros mecanismos de control de Lobesia pensando en el sector urbano, donde hay más problemas con el insecto, por la condición que tienen estos sectores urbanos, para eso hemos hecho algunas pruebas con hongos entomopatógenos que pueden ser aplicados durante el invierno ya sea directamente en el formulado o mediante trampas, de estas trampas de agregación, que son con cartones. La investigación ha avanzado en ese aspecto y se han hecho pruebas, las que serán presentadas prontamente”, explica Patricia Estay.

Finalmente, la investigadora indica que todos estos estudios están en proceso de desarrollo, y que estos primeros resultados serán dados a conocer en el seminario organizado por INIA que se llevará a cabo en Santiago el próximo 28 de julio.

QUE ES LA POLILLA DE LA VID

La Polilla de la Vid llegó al cono sur en 2008, cuando se detectó en Chile y Argentina, y atacó por lo menos 30% del área cultivada. Desde entonces autoridades fitosanitarias y productores trabajan en estrictos programas de control y vigilancia. Contra la Lobesia Botrana son válidas todas las formas de lucha, la más eficaz ha sido una estrategia que combina una feromona que genera confusión sexual y el uso de insecticidas, la que ha sido aplicada por el Sag desde 2014.

Según los gremios del agro, el costo asociado al manejo y control de la plaga se estima en USD$ 300 a 400 por hectárea cada temporada, evitando pérdidas potenciales superiores al 40% de los cultivos.

Fuente: El Rancahuino

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