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ganaderiamagFruto del espíritu visionario, paciente y tenaz del ganadero de Tierra del Fuego, Ivo Robertson Stipicic, quien durante 30 años trabajó en el desarrollo de esta nueva raza, hoy reconocida oficialmente.

Una clave eran los cuernos. “Él se dio cuenta que esos cuernos del ganado Merino, que todos querían eliminar, eran una característica positiva que le daba al animal una rusticidad y adaptación a su entorno mucho mejor”, dijo Rodrigo de la Barra, conservador de la raza y especialista genético del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

Pero la clave fundamental, fue el trabajo visionario, paciente y tenaz del empresario ganadero Ivo Robertson Stipicic y su familia, quienes hace 30 años iniciaron el proceso de selección genética que condujo a esta nueva raza ovina, creada en Magallanes.

Ayer, la seremi de Agricultura, Étel Latorre, entregó el certificado que acredita la inscripción oficial de esta nueva raza en los registros del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y que fue  emitido el pasado 3 de agosto.

De este modo, la Región de Magallanes ya cuenta con dos razas propias elaboradas por empresarios ganaderos de Magallanes, la 4M y ahora la PMR, ambas derivadas del tronco Merino Australiano. “Es un tremendo logro no sólo para la región sino que para el país, el contar a partir de ahora con dos nuevas razas ovinas inscritas y que son fruto de un esfuerzo de décadas de selección genética y que nos van a permitir ofrecer un producto de mucha mayor calidad de lana y con buenas características de carne”, expresó.

De pie, apoyado en su bastón y rodeado de toda su familia, Ivo Robertson enfrentó con ánimo sereno este momento. “Es un éxito todo esto, el fruto de muchos años de trabajo. Cuando traía ganado de Río Gallegos, Argentina, me di cuenta que era necesario afinar más la lana, para obtener un mejor precio… “

Al mirar atrás, comenta con sencillez lo que fue su trabajo de tantos años. “En realidad, era algo muy simple. Yo decía la oveja tanto se cubre con el carnero tanto y ahí, en el laboratorio que es esa pieza “picante” que está detrás mío, trabajábamos todos”, expresó.

Pero el logro de ese trabajo es enorme, agrega el especialista Rodrigo de la Barra. “Esta raza ofrece rendimientos de finura que duplican el ganado magallánico actual. Pero lo más importante, es que se abre una industria genética aquí en Magallanes que va a permitir a la ganadería regional, competir en las mismas ligas de Nueva Zelanda y Australia”, expresó.

Fuente: El Pingüino

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