Carmenere Chile
Carmenere Chile
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Desde 2014, todos los 24 de noviembre se celebra el Día Mundial del Carmenere, una especial cepa que se creía extinta en el siglo diecinueve, pero que gracias a las condiciones meteorológicas y geográficas de Chile pudo conservarse en el territorio hasta el día de hoy, y destacar al país alrededor del mundo gracias a sus características únicas.

Esta vez, en El Agro quisimos analizar, junto a dos reconocidos enólogos, como son Emily Faulconer, enóloga de Viña Carmen, y Benoit Fitte, enólogo de Viña Requingua, para conocer más de esta exquisita cepa, sus orígenes, su historia en el país y las proyecciones que tiene hacia los próximos años.

Su origen

Tal como explicó Faulconer, esta variedad que fue redescubierta en Chile en el año 1994, y “hemos ido aprendiendo cómo producirla y es una variedad que nosotros reconocemos mucho como chilena, aunque sabemos que originalmente es francesa. Por lejos el consumo más alto de carmenere está en Chile, somos los más fieles en el consumo de esta variedad”.

Y agregó que “En el ’94 la variedad carmenare fue redescubierta en unos de los viñedos de Carmen. Desde ahí, en el año ’96 embotellamos el primer carmenere como carmenere. Fueron más de 100 años que tuvimos esta variedad prácticamente camuflada dentro de nuestro viñedos. Y ahí fueron agarrando vuelo varias viñas, y hoy es la variedad tan importante que conocemos”.

Fitte, en tanto, señaló que el carmenere es una variedad de origen francesa, especialmente de Burdeos, aunque fue precisamente en ese lugar donde esta cepa desapareció. “Es de maduración lenta y obviamente en Burdeos como llueve cerca de 85 mm al año, el periodo de madurez a veces tenía que acortarse, y eso no le hace bien a un vino comercial. Haber caído en este maravilloso país llamado Chile, con este clima fenomenal, fue lo mejor que podía pasarle al carmenere, porque aquí sí podemos exportar todas sus cualidades”.

Enorme potencial

Si bien, ambos enólogos coinciden en que este cepa tiene bastante potencial, Fitte insistió en que se trata de una variedad complicada. “Si hay una variedad que nos da pega, es el carmenere, porque requiere mas atención, es una variedad tardía, poco productiva, difícil de podar, que desde la poda hasta la vinificación es siempre un dolor de cabeza, pero de eso salen grandes vinos sí”, explicó el enólogo de Viña Requingua.

Faulconer en tanto, indica que “en términos de potencial, tiene un potencial enorme. Trabajamos en unos viñedos antiguos en Apalta, que son una maravilla. Cuando llegamos a este estado de madurez del viñedo y que está puesto en el lugar correcto, produce unos vinos impresionantes, con potencial de guarda, con muchísimo potencial de envejecimiento, que pueden vivir muchos años y ahí creo que hay un gran potencial”.

Además, plantea que “hay una demanda comercial grande. Hay ciertos mercados en que este perfil organoléptico, como es sensorialmente, esa sedosidad, cuadra muy bien en ciertos mercados como China, Brasil, entonces hay ciertos focos donde hay mucho potencial para desarrollarla”.

Desafíos como vinos de alta gama

En este sentido, Fitte destaca el gran aumento que ha tenido esta variedad en el consumo de los chilenos. “Lo vemos con la marca Toro de Piedra, hace 3 años atrás vendíamos 25% de carmenere y 75% de cabernet, y hoy estamos en 50% y 50%, con crecimiento en venta”.

Sin embargo, el enólogo de origen francés, también destaca uno de los grandes desafíos, pues señala que “al carmenere le veo un techo, porque en los media gama hasta arriba es siempre bueno, siempre rico, cuando puedes manejar su producción, en lugares idóneos para el carmenere, pero en los vinos económicos eta, ahí el carmenere no es un super producto, porque no logra la madurez suficiente”.

Pero agrega que “veo un gran futuro en las gamas altas, para posicionar a Chile cono un gran productor de vinos de calidades, pero le veo un techo en gamas de media hacia abajo”.

A pesar de lo anterior, la enóloga de Viña Carmen, argumenta que “tenemos una gran oportunidad de seguir posicionando los carmenere y crecer en valor más que en volumen. Ahí es donde tenemos que hacer el trabajo comunicacional y posicionar la variedad en estos vinos de alta gama”.

Finalmente, Faulconer señaló que “creo que estamos recién, después de 27 años del redescubrimiento, estamos ya en un momento de madurez, de entendimiento de la variedad, de ofrecer un carmenere de alta gama, de vinos de un tremendo potencial cualitativo, y ahí está la oportunidad de esta variedad”.

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