Ganaderia Estudio
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Los agroquímicos que se utilizan en cultivos que luego consumen los animales aumentan la presencia de óxido nitroso por lo que se recomienda rotar suelos para alimentación, de manera que la tierra recupere naturalmente estos nutrientes.

Una investigación desarrollada por una alumna del Magíster en Ciencias de la Ingería y perteneciente al Centro de Tecnologías para la Sociedad de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Desarrollo, evidenció la presencia de gas metano, más contaminante que el CO2, producido por grandes rebaños de vacas.

Carolina Trujillo, la investigadora del estudio, explicó que dejar de utilizar fertilizantes y la rotación de suelos agrícolas chilenos permitiría a estos recuperar los nutrientes de forma natural, disminuyendo el uso de fertilizantes para generar una ganadería sustentable y amigable con el medioambiente.

Una de las participantes del estudio que se dedicó a estudiar el cambio climático, con enfoque en la seguridad alimentaria desde la industria de la agricultura y ganadería, Carolina Trujillo, explicó a diario La Tribuna que “la industria agrícola tiene grandes impactos dentro del cambio climático, no solamente por las emisiones de gases, sino que también en el consumo de agua y en materia de emisión de gases no se le prestaba tanta atención, sí se han estudiado las emisiones de gas metano producido por grandes rebaños de vacas, pero también estaba el óxido nitroso, que es un gas mucho más contaminante que el CO2, 300 veces más dañino y que de hecho es el responsable de entre el 6 y el 12 por ciento del calentamiento global, a pesar de no ser tan conocido, por eso centramos nuestra investigación en esta emisión en específico”.

Opciones para frenar el cambio climático desde la agricultura

El estudio de Trujillo determinó que “es importante conocer cuántos nitratos se están agregando en la agricultura, porque el metano se emite cuando grandes cantidades de nitrógeno se vierten en el suelo, los animales comen el producto que sale de esto y lo convierten en gas, por lo que es relevante conocer la cantidad de nitrato que se está agregando al suelo en relación a la cantidad de ganado que se tenga, y así saber cuánto gas se está emitiendo”.

Lo que genera esto, según la investigadora “es el exceso de nitrato, que traen los fertilizantes, ya sean sintéticos o naturales, que al generar pastizales con este material en exceso y ser consumidos por los animales, hace que estos generen un exceso de urea, que al entrar en contacto con el suelo, emite este gas contaminante”.

Afortunadamente, ya hay en Chile opciones para evitar el impacto ambiental de la ganadería: “dejando de utilizar fertilizantes y rotando las cabezas de ganado y pastizales para no sobreexigir el suelo, de manera que pueda recuperar sus nutrientes de forma natural”, dijo Carolina Trujillo a diario La Tribuna.

Dicha opción para contrarrestar la emisión de gases de efecto invernadero en la ganadería,según la investigadora “permite rotar la alimentación de los animales a otros suelos, de manera que estos últimos puedan recuperar sus nutrientes de manera natural, no requieran de fertilizantes y así no se emitan estos gases”.

La otra opción que planteó el estudio consiste en la plantación de árboles que consuman altas cantidades de nitrógeno “en especial árboles frutales cítricos, que captan más nitrato” explicó Carolina.

Plantaciones rentables que captan la contaminación ambiental

En relación a las distintas plantaciones y cultivos que ya están presentes en la región del Biobío y que generan réditos para los productores silvoagropecuarios de la zona, la integrante del Centro de Tecnologías para la Sociedad de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Desarrollo indicó que “el área forestal, producto del alto consumo de gases y nutrientes del suelo podrían aportar en este ámbito, e incluso los frutales como nogales y cerezos absorben nitratos, pero lo importante es tener la variedad de predios de ganado junto a plantaciones de este tipo y esto es lo que se espera, porque es un método fácil de aplicar y económico, al ahorrar lo que deben utilizar los agricultores en fertilizantes y agua”.

En esta línea, Carolina Trujillo destacó que “la actividad ganadera permite ahorrar agua, al no tener que mantener el mismo pasto con el mismo suelo, que comienza a erosionarse, por lo que la rotación no obliga a tratar estos sectores con grandes cantidades de este recurso, y además no es difícil de aplicar, ya es parte de lo que se hace hoy en el Maule, por ejemplo”.

Otro aspecto positivo que destacó la investigadora del estudio, es que “una vez que dejemos de aplicar estos fertilizantes, aunque sea durante una sola estación del año, ya estaríamos disminuyendo la emisión de gases, aunque depende de qué esté en el suelo, consumiendo el nitrato que el ganado podría consumir”.

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