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De acuerdo al último informe elaborado por la Dirección General de Aguas (DGA), los ocho embalses existentes en la Región de Coquimbo acumulan un 18% de su capacidad total de embalsamiento, que es de 1.304,7 millones de metros cúbicos de agua. Dos de ellos, además, ya se encuentran en una situación compleja.

‘Estamos en un estado bastante crítico, llevamos una megasequía de más de 14 años. Desde que tenemos registros no habíamos tenido una situación tan extensa como la actual, lo que supone que corresponde al cambio climático’, recalcó Cristóbal Juliá de la Vega, director regional de Aguas, a Diario El Mercurio.

Un escenario que comparte el gerente regional de la sanitaria Aguas del Valle, Andrés Nazer. ‘Estamos frente a una megasequía que se agudiza cada día, con niveles muy bajos en embalses, casi nula nieve acumulada y un profundo déficit de precipitaciones que, por ejemplo, alcanza el 81% en La Serena. La situación actual es delicada y la recarga de fuentes hídricas de este invierno es fundamental para evitar escenarios de racionamiento en el área urbana de la región’.

El embalse El Bato, en la comuna de Illapel, se encuentra en un mínimo histórico de acumulación (6%) y durante estos días estaría llegando a su nivel de volumen muerto, es decir que por gravedad ya no saldrá más agua a través de su cortina. Sin embargo, aún tiene acumulados 1,5 millones de m3.

Es por ello que para recuperar ese vital elemento, conocido como ‘aguas muertas’, Aguas del Valle, la Junta de Vigilancia del Río Illapel y la Dirección Obras Hidráulicas (DOH), ya han instalado motobombas especiales para extraer el agua que se encuentra bajo la cota de la torre de toma del embalse. Esta medida ya debió ser implementada en 2017.

Christian Vílchez, delegado provincial de la Dirección Obras Hidráulicas en la Provincia de Choapa, explicó que ‘esa agua que supera el millón quinientos mil metros cúbicos, la queremos aprovechar para poder abastecer y entregar el agua necesaria, por dos o tres meses, para lograr finalizar la temporada agrícola’.

En tanto, Marcela Jeneral, presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Illapel, destacó que ‘este es un hito relevante para nosotros, porque de otra forma hubiera sido mucho más complejo poder llegar a esta instancia de poder sacar este nivel de aguas muertas, con una mirada no tanto de agricultura, sino que seguir abasteciendo a varios APR (agua potable rural) del Río Illapel’.

Una situación similar ocurre en el Embalse Cogotí, en la comuna de Combarbalá, donde sus niveles de aguas son tan bajos que no pueden ser sacados mediante las válvulas.

Pozos
En tanto, en la comuna de Monte Patria, debido a la emergencia hídrica, también se ha comenzado a analizar el uso de viejos pozos, ubicados en el sector de El Palqui.

‘Por fin después de tanto tiempo levantando esta demanda, se haya entendido la gravedad de la situación que estamos viviendo y la urgencia de habilitar estos pozos, que están aquí en El Palqui, para el consumo humano y poder de esta manera apoyar a nuestro sistema de Agua Potable Rural y llevar el agua para consumo humano a aquellos habitantes, de los sectores alejados, de nuestra comuna’ , dijo Cristian Herrera, alcalde de Monte Patria.

En paralelo, Aguas del Valle se encuentra avanzando en los estudios para contar con una planta desaladora que permita respaldar el consumo humano de agua potable para las comunas de La Serena y Coquimbo y eventualmente a otras localidades de la Región de Coquimbo.

‘Ya concluimos los procesos de planificación, análisis preliminares; solicitamos la concesión marítima y estamos en pleno desarrollo de estudios ambientales, sociales y de ingeniería. Por otra parte, estamos desplegando todos nuestros esfuerzos para ingresar nuestro proyecto al sistema de evaluación ambiental en los próximos meses’, aseguró Andrés Nazer.

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