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Con la presencia de productores de Colina y Lampa, se dio inicio a las capacitaciones en el Centro Regional INIA La Platina, con el apoyo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), entregando información para el manejo de la plaga, dentro del contexto del Programa de Recuperación Productiva de las Áreas Afectadas por la Chinche Pintada en la Región Metropolitana de Santiago, financiado por el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago.

Serán 150 beneficiarios de las seis provincias de RM, a quienes se les entregará conocimiento sobre el manejo integrado de la Chinche pintada, donde se incluye la biología y su control, el monitoreo y la aplicación de pesticidas, entre otros temas. “Son muy importantes los programas de transferencia porque nos permiten traspasar la información que el INIA ya tiene gracias a sus proyectos de investigación y que es un apoyo fundamental para los agricultores” señaló José Lagos, extensionista INIA y director del proyecto.

Bagrada hilaris fue detectada por primera vez en Chile durante 2016 en la comuna de Quilicura, extendiéndose a otros puntos de la Región Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo y O’Higgins, convirtiéndose en un tema de gran preocupación para productores de hortalizas como coliflor, repollo, brócoli y rúcula, entre otros cultivos afectados.

El manejo integrado de la plaga es uno de los aspectos abordados en estos cursos, donde se entregan detalles de este conjunto de herramientas que permite hacer un control sustentable. “Se utilizan diversas estrategias en tres pilares fundamentales. El primero es el biológico con enemigos naturales y hongos entomopatógenos para mitigar el impacto del insecto en los predios agrícolas; luego está el aspecto cultural que se refiere a los cuidados del campo y las prácticas para eliminar residuos de cosecha y/o restos de cultivo, evitando la permanencia de Bagrada hilaris en sus distintos estadios, además de la utilización de cultivos trampa como atrayentes y por último, la elección de productos químicos autorizados y registrados”, explica  Nancy Vitta, investigadora y entomóloga de INIA La Platina.

Además, la profesional del Subdepartamento de Vigilancia y Control de Plagas Agrícolas del SAG, Pamela Ibáñez, añadió información acerca de otros riesgos que pueden ser detectados tempranamente por los agricultores para evitar daños en los cultivos.  “La idea es que Bagrada hilaris sirva de ejemplo para aplicarlo a plagas que han sido recientemente detectadas, otras que han sido interceptadas en puerto y también aquellas que no han llegado a Chile, pero son muy peligrosas para la agricultura. El mensaje que entregamos es que monitorear y recorrer los cultivos es muy importante, porque de esa forma se puede denunciar a través de los canales del SAG, pero también a los Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT) de INIA o los Prodesal, utilizando toda la cadena que tiene el productor para hacer una detección precoz y tomar medidas fitosanitarias”.

Para realizar denuncias relacionadas con la presencia de plagas, se puede recurrir a los canales formales del SAG, que incluyen la Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias (OIRS), la aplicación para Android del mismo servicio o su página web www.sag.gob.cl

El buen uso de químicos, también resulta relevante para el control de la Chinche pintada, debido a que no existen productos específicos y etiquetados para combatirla, por su reciente llegada al país. Sin embargo, “a través de estas charlas,  entregamos a los agricultores la información de la existencia del listado de plaguicidas autorizados, que se encuentra en la página del SAG, para que puedan adquirirlos en el mercado”, detalló Lorena Navarro, Encargada Regional Agrícola del Servicio Agrícola y Ganadero, quien además destacó que  “lo que se busca es que la utilización de plaguicidas sea la última alternativa, ya que existen otras opciones como manejos integrados y culturales,  que cada agricultor puede ir evaluando según su situación particular”.

Para Miguel Villavicencio, agricultor de Lampa y asistente a la capacitación, “aquí se aprende mucho de este insecto, de cómo se aplica correctamente cada químico y la importancia de vigilar los cultivos. Ahora entiendo que tengo que ser más activo en el monitoreo en el campo para avisar a tiempo a los profesionales del SAG y del INIA que van a mi zona”.

La actividad finalizó con un taller de calibración de equipos, donde se entregó un aplicador de espalda a los beneficiarios del programa. “Además de la capacitación, todos los asistentes se van con un dispositivo que les pueda servir en sus labores diarias” concluyó José Lagos.

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