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El balance de esta temporada de incendios forestales en el país, que aún no termina, mantiene y extrema una clara tendencia sostenida durante los últimos años. La Región de La Araucanía sigue siendo la más afectada en hectáreas, pese a tener sólo un 29% de la superficie de bosques plantados.

Ante este preocupante escenario, la Sociedad Nacional Forestal (SNF), asociación gremial que agrupa a las Pymes, profesionales y emprendedores de bienes y servicios silvoagropecuarios, desde la Región de O’Higgins hasta la Región de Los Lagos, se sumó a las voces de alerta que piden organización, coordinación y medidas concretas para enfrentar esta realidad.

Julio Torres, asociado de la SNF, docente universitario y secretario ejecutivo del Colegio de Ingenieros Forestales, destacó que “pasamos de 8.000 hectáreas afectadas en La Araucanía la temporada pasada, a más de 60.000 esta temporada. Esto requiere un análisis más allá de la lectura climática o ecológica y silvícola. Suponer que solo tiene una explicación climática es engañarse”.

“Se requieren estrategias policiales preventivas. Los incendios forestales son intensionales en la región y se complementan con ataques a brigadas y medios aéreos de combate. Esta no es una crisis climática es una crisis política y delincuencial. Lo positivo es que las autoridades de Conaf han comenzado a visibilizar este tema, ya que en administraciones anteriores omitían referirse a este preocupante fenómeno”, agregó Torres.

Conforme información entregada por el propio Ministerio de Agricultura, durante esta temporada, dos de cada tres hectáreas afectadas por incendios forestales corresponden a La Araucanía, siendo las comunas más perjudicadas, Angol, Los Sauces, Victoria, Ercilla, Lumaco y Collipulli.

Emilio Uribe, presidente de la SNF, recalcó que “los gremios afectados, como la Sociedad Nacional Forestal, tienen plena disposición para aportar en la búsqueda de soluciones a este problema multidimensional. Conocemos la realidad, contamos con profesionales de destacada trayectoria y, además, en nuestro caso, aportamos la mirada de las Pymes, que contribuyen enormemente al desarrollo del sector y del país, con mucho esfuerzo detrás de cada proyecto. Pasar de ocho mil a sesenta mil hectáreas afectadas en una región o tener más de 1.300 incendios forestales en 8 meses, no puede pasar desapercibido”.

“La situación es grave, porque se pone en riesgo al factor humano, pone en peligro la vida y enseres de las familias de las comunas más afectadas. No contribuye a mitigar el cambio climático, afecta la producción de un producto biodegradable y renovable como lo es la madera, con el consiguiente perjuicio económico, social y ambiental para las pymes, trabajadores y mundo rural involucrados en la actividad silvoagropecuaria.”, agregó el líder gremial.

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