La startup chilena busca llevar a Perú y Colombia sus ‘Clinbox’, módulos especiales para producir alimentos, los que ayudan a cumplir la regulación sanitaria.
Tras concluir que uno de los dolores de los pequeños productores de alimentos para formalizar sus negocios era cumplir con la infraestructura requerida por la Seremi de Salud, en 2018 la agrónoma Natalia Sepúlveda y el arquitecto Felipe Aravena fundaron Arcom. A tres años del inicio, buscan llevar su modelo a otros mercados.
La startup diseñó construcciones modulares especiales para la producción de alimentos, llamadas Clinbox, que cumplen con las exigencias para asegurar la inocuidad de estos. Hoy tienen 35 módulos instalados entre Arica y Chiloé, utilizados por usuarios individuales y cooperativas, por lo que Sepúlveda afirma que están impactando a un centenar de familias.
La línea productiva de los Clinbox cuenta con salas de proceso, cocinas comunitarias, laboratorios, salas de producción indoor y dark kitchens.
Además, Sepúlveda dice que han fabricado para diversos rubros como elaboración y maduración de quesos, frutas y hortalizas, aceites de oliva, salas de extracción y envasado de miel y producción de lácteos, entre otros.
‘Lo que hacemos es vender directamente la infraestructura, pero estamos apostando a desarrollar sistemas productivos de alimentos para entregar toda la asesoría asociada para que se cumpla con toda la regulación establecida’, señala la agrónoma.
Por esto, los Clinbox están diseñados con pisos impermeables y lavables, paredes de colores claros, lavamanos e incluso calculan la cantidad de luz que entra al módulo, ya que esto también está considerado en la regulación.
Desarrollo tecnológico y expansión
La startup es finalista del Tecla 5 de Caja Los Andes -concurso de emprendimiento social- y obtuvo fondos de Corfo para llevar adelante la expansión.
Arcom está ad portas de iniciar su fase de escalamiento, lo que incluye un desarrollo tecnológico para masificar la fabricación y salir a buscar otros mercados. Los primeros objetivos son Perú y Colombia.
Sepúlveda comenta que están optimizando y digitalizando los procesos de fabricación para poder producir una mayor cantidad de módulos, utilizando Inteligencia Artificial (IA). Además, están desarrollando una plataforma donde los productores podrán customizar y cotizar sus salas.
Al igual que en Chile, esperan ayudar a productores de alimentos de otros países a cumplir con los requisitos sanitarios, para que puedan crecer como negocio.
Fuente: DF