La remolacha es uno de los cultivos más rentables entre los cultivos anuales de la zona centro-sur y es una excelente alternativa de rotación, pues mejora la calidad nutricional de los suelos.
A pesar de esto, en nuestro país la remolacha ha sufrido fuertes impactos. Si en los años 80 en Chile existían más de 50 mil hectáreas de este cultivo, actualmente no sobrepasan las 10 mil.
Aún así, el rubro sigue en pie, y ha sobrevivido a una pandemia. El norte es volverse una industria más sustentable y sostenible en el tiempo. En El Agro, hablamos con Ramón Cardemil, Gerente de Producción Agrícola de la División Industrial de Empresas Iansa.
Según Cardemil, la tecnificación del riego y la rigurosidad en los procesos ha permitido doblegar las cifras de producción. “Tenemos agricultores produciendo en San Clemente, hasta la Región de La Araucanía, y a pesar de que hemos concentrado nuestra producción de azúcar en Chillán, la atención de los agricultores sigue siendo la misma. Actualmente con 8 mil hectáreas, abastecemos nuestra planta en forma total, todo para consumo en Chile”.
A esto, Cardemil suma la buena relación con sus agricultores que les proveen de la matera prima, destacando que “tenemos asistencia técnica personalizada con los agricultores, y tenemos actividades que trabajamos en conjunto al Estado, como Indap, Corfo, alianzas productivas con agricultores medianos y pequeños”.
Impacto de la crisis hídrica en la industria
“Es un tema la escasez hídrica, la única forma es ser tremendamente eficiente, y nosotros nos adelantamos 20 años, no es que estemos reaccionando a un tema como este, hace 20 años teníamos 10% de riego tecnificado y hoy estamos en un 83% de superficie con riego tecnificado y es un impacto importante para poder enfrentar la sequía”, señala Cardemil.
A pesar de eso, Cardemil dice que hay “una tarea pendiente que se refiere a infraestructura, nosotros hemos aportado dentro de nuestra área de poder meter en la consciencia de los agricultores la importancia de tecnificar y hacer buen uso del agua, pero eso no es suficiente, esta tecnificación nos ayuda a enfrentarla mejor pero hay un efecto en los rendimientos”.
Costos del transporte
Según Cardemil, “los transportistas son una pata clave en nuestro sistema de producción y tenemos ademas del precio base, un bono por distancia para los agricultores, entonces si hay una agricultor en La Araucanía con este bono le pagamos la diferencia del transporte para llegar con su producción a Chillán, hemos hecho un esfeurzo como empresa importante”.
Finalmente, Cardemil habló sobre la Campaña de contrato que comenzaron en Iansa. “Hoy tenemos una condición de 20% de mejor precio en el precio base con respecto a la temporada anterior, y eso refuerza el compromiso con nuestros agricultores de seguir manteniendo el negocio de la remolacha como uno de los cultivos más rentables. Además, con asistencia técnica, super valorada y financiamiento de nuestros insumos. Estamos contentos de poder tener a disposición este contrato en forma temprana. Es normal para nosotros, es una tradición de Iansa, super valorada por los agricultores”.