Sebastian Norris B
Sebastian Norris B
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La temporada 2021-2022 está siendo la más difícil de los últimos años para los productores y exportadores de fruta fresca, golpeados por las consecuencias tras el colapso operativo en los puertos.

Disponibilidad de naves y contenedores, cancelaciones, retrasos navieros, problemas operativos en puerto han llevado a incumplimientos de contratos, resultando en pérdidas y bajos precios en la fruta de exportación.

En El Agro, conversamos con Sebastián Norris, socio abogado de Araya & Cía, especialista en Comercio Internacional, para conocer los daños que generaron estas situaciones en los productores y exportadores y si es posible realizar acciones legales para mitigar en algo el impacto.

Norris es enfático y dice que “tenemos un problema grave en el sentido de que la mayor parte de estos riesgos son cargados al exportador, y ese fue el problema con respecto a las vicisitudes que tuvimos esta temporada”.

Caso del puerto de Holt, Estados Unidos

Y explica que “una buena parte de se debe a temas de covid, pero en Estados Unidos se produjo una especie de tormenta perfecta. El gran tema aquí fue que se recibió una cantidad mayor del volumen de uva de mesa de lo que paso el año inmediatamente anterior. Por tema de disponibilidad de naves tuvimos que mucha de la uva a estados unidos se fue en container, y esa uva debe ser fumigada”.

Pero ahí no termina el problema. Y es que Norris explica que, además de lo anterior, “una cantidad importante de cítricos marroquíes, en razón de la guerra, que debían irse a Europa, se fueron a Estados Unidos, entonces además de todo eso tenemos una sobrecarga, y se produjo un cuello de botella”.

Y añade que “a esto se suma a que la uva para ser fumigada se debe aumentar la temperatura, rompiendo la cadena de frío y luego de esto, el shell life baja mucho, por lo que en el puerto de Holt hubo uva chilena que estuvo sentada en el puerto al menos un mes. Y ese fue el gran problema que vemos de perjuicios importantes en el caso de los importadores”.

Según Norris, “hemos recibido bastantes demandas de exportadores y productores. Hay mucha preocupación por lo que pueda venir, porque eventualmente se van a romper las cadenas de pago. Existen muchas personas afectadas, y avizoran que este tema es un desastre comercial importante y se están viendo las acciones que se pueden tomar, para ver quiénes se harán cargo de esto”.

Accione que barajan los exportadores chilenos

Norris explica que “dos actores en específico podrían resultar responsables o potencialmente negligentes por lo que ha ocurrido acá. Uno es la naviera, y otro es el puerto de Holt. En el caso de la naviera, podríamos entender que habría sido negligente porque no informó o no avisó que el puerto no estaba en capacidad de recibir los contenedores”.

“Mucho de lo que se ha revisado apunta a la naviera, y también al puerto de Holt, para saber si se sobrevendió, porque no tenia la capacidad de recibir tanta fruta. Lo que vamos a encontrar es que si el puerto fue negligente, o si existía una cláusula implícita que indica que al estar sobrecargado, ellos debieran haber avisado que no descargaran allí”, explica el abogado.

“De determinarse que hubo negligencia no es que vamos a demandar al Estado de Estados Unidos, sino que vamos demandar al puerto. Sobre la naviera, conforme a las reglas de Hamburgo, podemos elegir y estas normas nos dan la posibilidad de demandar en Chile”, señaló.

Y también explica que “en Estados Unidos sería viable que 20 exportadores fueran a demandar al puerto de Holt y potencialmente que se demande tanto a la naviera como al puerto en un solo acuerdo”.

Y agrega que “lo primero que tenemos que ver, es que uno de los temas que se ha criticado a la uva de mesa es que falta una especie de unidad, como lo tiene por ejemplo el Comité de Cerezas, falta un liderazgo que pueda defender los intereses de la industria en específico”.

Recomendaciones

En cuanto a recomendaciones para el futuro, Norris señala que “la principal recomendación es dejar todo bien estipulado en los contratos. Los problemas que se pueden dar con respecto al año nuevo chino, o al cambio climático, son problemas que llegaron para quedarse, y tenemos que tratar de arreglarlos muy bien”.

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