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Cynthia Paredes, Marcela Rojas y Carla Fica son tres emprendedoras que obtuvieron un importante apoyo económico para desarrollar su emprendimiento: aprovechar los orujos de la vinificación para validar distintos productos cosméticos naturales elaborados a base de vino, rescatando sus propiedades antioxidantes.

Amantes de las viñas y el mundo del vino, tres emprendedoras se juntaron – dos de ellas del Valle de Colchagua- para sacar provecho de los orujos (cáscaras y pepitas de uva) que quedan después de proceso de vinificación, los que en la mayoría de las viñas son tratadas como desechos o usadas como abono.

Cynthia Paredes, Marcela Rojas y Carla Fica decidieron usar estos residuos y sacar provecho de sus estudiadas propiedades antioxidantes, creando un kit que incluyera distintos productos cosméticos: jabones de Vino, Shampoo sólido, Acondicionador Sólido y Sales de Baño, todos en base a Vino Tinto. Lo anterior no habría sido posible, si no hubiesen contado con los orujos donados por Viña Santa Cruz.

El origen

La historia se remonta al año 2021, cuando postularon y se adjudicaron un fondo concursable del programa de Pro O’Higgins, que cuenta con apoyo del SSAF Desafío de Corfo, financiamiento del Gobierno Regional y su Consejo, y participación de la empresa Minera Valle Central.  Esta es una importante plataforma para emprendedores y una gran ayuda para levantar oportunidades en la industria regional.

“Para Corfo es de suma importancia fomentar el emprendimiento y esta línea SSAF Desafío. Nos permite apoyar a los emprendedores desde los inicios de su idea y eso significa acompañarlos en todo el proceso, hasta permitir que su idea se materialice en proyectos innovadores y sustentables, como el de estas tres emprendedoras que vieron en los subproductos del vino una oportunidad para crear una línea cosmética, eso es lo que buscamos como institución. Hay que destacar que este trabajo ha ido de la mano del Gobierno Regional de O’Higgins y que como Corfo buscamos materializar la visión regional de esta instancia, que es el fomentar, apoyar y desarrollar el emprendimiento en la región”, destacó Óscar Ávila, director regional Corfo O’Higgins.

Los productos

Las tres socias crearon la firma de cosméticos naturales Actitud Vinicyma, con una línea de productos elaborados a base de vino, aplicando lo que se conoce como Economía Circular. Vinicyma mejora y pone al alcance de los interesados la Vinoterapia, “que es un tipo de tratamiento de belleza que se aplica para el cuidado de la piel, el bienestar y la relajación”, destacan. 

Es un producto de alto valor agregado que se nutre de las propiedades antioxidantes de uno de los frutos más antiguos conocidos por la humanidad, comúnmente usado en baños de tina o en el cuidado de la piel, especialmente del rostro. Ahora, gracias a estas emprendedoras, su uso se actualiza, prescinde del alcohol, e incorpora otras aplicaciones, como una inédita sal de baño que incluye orujos de vino.

Cynthia Paredes, periodista, una de las impulsoras de esta propuesta de Economía Circular, destaca que “todo lo que ha sido este proceso de adjudicación del fondo de Corfo, a través de Impulsa O’Higgins, a nosotras nos ha servido de mucho aprendizaje, ya que no es que te ganas un monto en dinero y listo. En todo momento están preocupados de que el emprendedor logre, no solo validar un producto para salir al mercado, sino que también te brindan diversas herramientas de liderazgo empresarial que le dan las bases a la empresa. Además, estás en un seguimiento constante, que es lo que más me ha gustado”.

Carla Fica, Técnico Universitario en Química Analítica, otra de las responsables de Vinicyma, sostiene que “el ocupar Economía Circular al utilizar los residuos de la vinificación para crear nuevos productos cosméticos nos hace sentir muy orgullosas, ya que teníamos la preocupación de contribuir con un granito de arena para que la contaminación ambiental sea menor. Y acá no solo ocupamos residuos, sino que además no usamos envases plásticos para el Shampoo o el Acondicionador, por ende, no queda nada que contamine. Ese era uno de los objetivos que nos propusimos”, afirmó.

Por su parte Marcela Rojas, quien estudió Turismo Enológico, la tercera de las emprendedoras, dice que “si ganar el fondo fue espectacular, el tener la posibilidad de participar en las mentorías ofrecidas por la Universidad Santo Tomás fue otro potente beneficio, ya que se nos han abierto varias puertas y ventanas para el desarrollo de nuestras ideas emprendedoras por medio de la Redarquía, que es una red colaborativa de profesionales ligados al ecosistema emprendedor que nos da un impulso importante cada semana para ser mejores. Aquí sumamos conocimientos y apoyo a nuestra idea, que es más que la venta de cosméticos naturales, ya que nuestro foco va mucho más allá, pues queremos tener un estudio serio y sostenible de la vid y sus subproductos”, concluye.

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