Cultivo agrícola - iBio
Cultivo agrícola - iBio
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En promedio, a escala mundial, entre el 10% y el 28% de la producción de cultivos se pierde a causa de las plagas. Chile, por cierto, no es la excepción.

En los últimos años, la actividad agrícola nacional ha puesto el foco en controlar la proliferación de plagas e infecciones de hongos en los cultivos, un fenómeno que no solo afecta gravemente la producción, sino también puede generar cuantiosas pérdidas económicas.

En este escenario, la industria ha recurrido al uso de pesticidas para combatir las infecciones causadas por hongos fitopatógenos.

Una solución que —si bien ya es una práctica adoptada en el sector—, también es altamente resistida por la comunidad debido al tipo de químicos que contienen y que han provocado distintos problemas ambientales.

Claves del estudio

Consciente de esta situación, Consuelo Olivares, investigadora del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), comenzará a desarrollar en marzo de este año una investigación centrada en potenciar el uso de un hongo bio controlador denominado T. Atroviride, con el fin de poder implementar estrategias de biocontrol más sustentables.

La especialista comenta que el T. atroviride es un hongo capaz no solo de estimular la respuesta inmune de las plantas, sino también de atacar de forma directa a los hongos a través de un proceso llamado micoparasitismo.

“En este proyecto buscamos enfocar nuestra atención en entender la regulación transcripcional que ocurre en T. atroviride en el proceso de micoparasitismo, con el objetivo de responder algunas preguntas, tales como: ¿cuáles son los reguladores transcripcionales claves que modulan el proceso? ¿Estos reguladores varían dependiendo del patógeno con el que se enfrente? ¿Cómo el medio de cultivo impacta esta regulación?”, detalla Olivares.

Innovación y vanguardia para evitar plagas

Estimando que el estudio se extenderá por tres años, obteniendo los primeros resultados a fines de 2025, la experta del iBio señala estar entusiasmada con este nuevo desafío investigativo, ya que hasta el día de hoy no existe un análisis detallado respecto a cómo sucede el proceso de micoparasitimo en T. atroviride.

“Estamos seguros de que una vez que podamos comprender a cabalidad este proceso e identificar reguladores claves, lograremos generar nuevas cepas que presenten un potencial mayor, con el propósito de biocontrolar a diferentes hongos patogénicos”, afirma Olivares.

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