Este miércoles se dio a conocer el fallo del jurado de la corte de Virginia, que determinó que Amber Heard y Johnny Depp se difamaron mutuamente.
El jurado decidió que Heard deberá pagar US$ 10 millones en daños compensatorios y US$ 5 millones en daños punitivos.
En cuanto a la contrademanda presentada por la actriz, el jurado estableció que no probó todos los elementos de difamación, por lo que determinó que Depp deberá pagar 2 millones de dólares como compensación y ningún dinero por daños punitivos.
Tras esto, ambos actores reaccionaron con emoción, por parte de Depp, y con decepción en el caso de Heard.
“Se me imputaron denuncias falsas, gravísimas y criminales a través de los medios de comunicación, lo que desencadenó un aluvión interminable de contenidos de odio, aunque nunca se formularon cargos en mi contra. Ya había dado la vuelta al mundo dos veces en un nanosegundo y tuvo un impacto sísmico en mi vida y mi carrera”, dijo el actor a través de un comunicado.
“Y seis años después, el jurado me devolvió la vida. Estoy verdaderamente honrado”, agregó, agradeciendo además “por la efusión de amor y el colosal apoyo y amabilidad de todo el mundo”.
“Desde el principio, el objetivo de presentar este caso fue revelar la verdad, independientemente del resultado. Decir la verdad era algo que le debía a mis hijos y a todos los que se han mantenido firmes en su apoyo hacia mí. Me siento en paz sabiendo que finalmente lo he logrado”, se sinceró Johnny Depp.
Por su parte, Amber Heard dijo que “la decepción que siento hoy está más allá de las palabras”, agregando que “estoy desconsolada porque la montaña de evidencia aún no fue suficiente para hacer frente al poder y la influencia de mi exesposo”.
“Estoy aún más decepcionada con lo que significa este veredicto para otras mujeres. Es un revés. Hace retroceder el reloj a un momento en que una mujer que habló y habló podría ser avergonzada y humillada públicamente. Hace retroceder la idea de que la violencia contra las mujeres debe tomarse en serio”, complementó.
Finalmente, expresó que “estoy triste porque perdí este caso. Pero estoy aún más triste porque parece que he perdido un derecho que pensé que tenía como estadounidense: hablar libre y abiertamente”.