En una íntima conversación en el podcast Más Que Titulares, el destacado animador Francisco ‘Pancho’ Saavedra compartió detalles de un oscuro capítulo de su juventud: los seis meses en los que consumió cocaína.
“Uno consume drogas porque quiere ser el chistoso, el simpático, quieres validarte ante tus compañeros”, reconoció el animador, al relatar cómo ingresó al mundo de las drogas a través de una compañera de curso. Según explicó, ella le aseguró que “jalando se podía hacer todo mucho mejor”.
Saavedra admitió que durante ese tiempo consumía cocaína dos veces por semana. Sin embargo, la situación dio un giro cuando una prima decidió contarles a sus padres, quienes intervinieron de inmediato para ayudarlo a salir adelante.
La intervención que cambió su vida
El conductor recordó cómo sus padres enfrentaron la situación. “Ellos llegaron un domingo, revisaron mi casa y encontraron un lápiz con un tubo lleno de cocaína. Me preguntaron cómo llegué a eso, si me habían dado educación y valores”. A lo cual respondió con rebeldía e intentando culpar a sus progenitores.
Conscientes de la gravedad del problema, sus padres decidieron buscar ayuda profesional. “Encontraron un centro de rehabilitación privado, que costaba 11 millones de pesos. Vi que a mi papá se le cayeron un par de lágrimas y le dijo a mi mamá: ‘Bueno vieja, no importa, vendemos un camión’”, recordó emocionado.
Ese gesto marcó un punto de inflexión en su vida. “Pensé: ‘Va a vender un camión, con todo lo que le cuesta, porque el niñito anda hueveando consumiendo cocaína’. Fue un golpe de realidad. Salí solito. Les pedí que no vendieran el camión, y así fue como logré salir adelante”, aseguró.
Reflexión y aprendizaje
Hoy, Saavedra no solo rechaza completamente el consumo de drogas, sino que también reflexiona sobre las enseñanzas de esa etapa. “He aprendido a no pasarle factura a mis papás. Uno es el dueño de su vida y de sus decisiones. Mis papás son unos papás increíbles”, afirmó.
Además, expresó el rechazo que siente hacia la cocaína. “Me da asco la gente que consume. He estado en ambientes donde alguien saca cocaína y me voy. En esos seis meses que consumí, siempre me pasaba algo malo: una pelea, una mala noticia. Siento que tiene mala energía, que trae mala onda”, concluyó.
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