El expresidente de Bolivia, Evo Morales, arribo este martes a Ciudad de México, donde fue recibido por el canciller Marcelo Ebrard, quienes le dieron asilo político al altiplánico, luego de que las fuerzas armadas de su país le exigieran la renuncia al poder.
En ese contexto, Morales agradeció el gesto que tuvo el gobierno azteca ya que su vida corría peligro y que seguirá luchando por Bolivia.
“Saben muy bien que el nuevo triunfo de la primera vuelta fue como comenzó el golpe de estado, enfrentamos tres semanas y en la última etapa lamentablemente se sumó la policía nacional. Se quemaron tribunales electorales, ánforas, actas de las elecciones y casas de nuestras autoridades”, comenzó diciendo.
En esa línea, Evo Morales relató que “saquearon, quemaron la casa de mi hermana. Antes de ayer saquearon mi casa en Cochabamba e intentaron agredirme”.
“Quiero decir para que no haya hechos de sangre, hemos decidido renunciar por nuestro pueblo, quiero decirles que estamos muy agradecidos porque el presidente de México y el Gobierno me salvó la vida”, agregó.
Pero esto no fue todo, ya que el ahora expresidente altiplánico cerró diciendo que “pensé que había terminado la represión, la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida y la patria. Si algo de delito tengo es que soy indígena, mientras tenga vida la lucha continúa”.