Captura EFE
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Más de 60 personas murieron desde el jueves en Siria en enfrentamientos entre fuerzas del régimen y grupos armados en el noreste del país, informó una oenegé el viernes.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), 38 yihadistas y rebeldes murieron en combates en la región de Idlib, así como 23 combatientes prorégimen.

Los enfrentamientos, que empezaron el jueves, se produjeron principalmente cerca de la ciudad de Marat al Noomane, controlada por los yihadistas.

En paralelo, la aviación rusa, que apoya a las fuerzas del régimen, bombardea las zonas que rodean Marat al Noomane y la ciudad vecina de Saraqeb, según el OSDH.

Este nuevo aumento de las tensiones provocó una ola de desplazamientos, ya que los habitantes de las zonas afectadas huyen en masa de la violencia, según un corresponsal de la AFP nm el lugar.

Entre los desplazados se encuentran Yaser Ibrahim alDandal y su familia, que decidió huir hacia el norte de Idlib, donde tendrán que dormir al aire libre en los olivares. “La situación es muy mala”, dijo a la AFP.

La región de Idlib, donde viven unos tres millones de personas, entre ellas muchos desplazados de otras partes de siria, está dominada por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), antiguo brazo sirio de Al Qaida.

En agosto se declaró un alto el fuego en esta región, que todavía escapa al control del régimen y debilitada desde hace semanas por constantes bombardeos y enfrentamientos.

Najat Rochdi, la asesora humanitaria del enviado especial de Naciones Unidas en Siria, condenó el miércoles el recrudecimiento de la violencia y pidió una “distensión inmediata” de los bombardeos del régimen, que causaron la muerte de 23 civiles.

A pesar de la tregua anunciada por Moscú, los bombardeos y los combates ya han causado la muerte de más de 250 civiles desde finales de agosto, además de centenares de combatientes de ambos bandos, según el OSDH.

Agence France-Presse

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