El diario alemán Passauer Neue Prsse reveló este lunes que el estado de salud de Benedicto XVI es “extremadamente frágil”. A sus 93 años, el papa emérito sufre una enfermedad infecciosa en su rostro, llamada erisipela, la cual se caracteriza por hinchazón y placas rojizas.
La condición anterior causa dolores agudos y mucha picazón en la zona afectada, según revela el mismo medio. En la publicación, citan al biógrafo Peter Seewald, quien sostiene que la capacidad intelectual y la memoria del religioso no se han visto dañadas. Su voz, sin embargo, es “apenas audible”.
El biógrafo se reunió el sábado recién pasado con el Benedicto XVI para presentarle su biografía. Respecto de la cita, Seewald relata: “Durante este encuentro, el papa emérito, a pesar de la enfermedad, se mostró optimista y dijo que si tiene más fuerza, quizá retome la pluma”.
El artículo del rotativo alemán también revela que Joseph Ratzinger visitó a su hermano Georg en 2013. El hermano mayor del expapa estaba radicado en Alemania y marcó la primera salida de Benedicto XVI de Roma luego de convertirse en el primer papa en renunciar en sus 600 años de historia.