El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, amenazó con “medidas decisivas” para afrontar la ola de protestas que vive el país a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini por no usar, supuestamente, su hiyab correctamente, mientras se encontraba bajo custodia de la Policía de la Moral del Gobierno.
Tras el trágico hecho, la ciudadanía, encabezada por las mujeres, se reveló ante las restricciones de las que son víctimas debido a los códigos islámicos, protagonizando una serie de manifestaciones sociales, cuyo símbolo principal es la quema de sus velos.
Las protestas han sido duramente reprimidas por las fuerzas policiales, dejando, a la fecha, al menos 41 personas muertas.
Además, se han tomado detenidos a otros cientos de manifestantes, líderes opositores y periodistas.
Raisi, del partido ultraconservador de Irán, hizo un llamado “a las autoridades competentes que actúen con firmeza contra los que atentan contra la seguridad y la paz del país y del pueblo”.
La oposición exige al Gobierno levantar la obligación hacia las mujeres de llevar puesto el velo en público y liberar a los manifestantes detenidos.