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El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, convocó de urgencia al comité de Seguridad Nacional y Defensa del país, luego de que en la localidad de Przewodów murieran dos personas tras el impacto de dos cohetes perdidos lanzados desde Rusia.

La información fue confirmada desde la inteligencia de Estados Unidos, registrándose así el primer ataque de Rusia a un país perteneciente a la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), esto luego de una escalada de tensiones por el conflicto armado entre rusos y ucranianos.

En concreto las las autoridades polacas confirmaron que al menos dos personas han muerto en la localidad polaca de Przewodow, en la provincia de Lublin, cerca de la frontera con Ucrania, tras el posible impacto de dos cohetes perdidos, según ha adelantado la emisora local Radio ZET.

Según informaciones de la propia emisora, los misiles impactaron secadoras de grano ubicadas en Przewodow. Agentes de la Policía, la Fiscalía y el Ejército polaco se encuentran ya en el lugar de los hechos.

Anteriormente, Marcin Lebiedowicz, portavoz del Cuerpo de Bomberos de Hrubieszow, a unos 35 kilómetros al norte de Przewodow, había confirmado que la localidad había sido escenario de explosiones cuyas causas aún son desconocidas.

“Hemos recibido una notificación de una explosión en el patio de secado. De hecho, nada más llegar, confirmamos que algo así sucedió. Dos personas murieron en el lugar. Por el momento estamos asegurando la escena e iluminando el área de la acción”, ha explicado a Radio Lublin.

En el marco de este incidente, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha convocado al Comité de Seguridad Nacional y Defensa del Consejo de Ministros de carácter extraordinario, según ha adelantado el portavoz de Gobierno, Piotr Muller, en Twitter.

Cabe destacar que debido a que Polonia actualmente forma parte de la OTAN, no se descarta la posibilidad de una respuesta de la Organización para defender a sus integrantes.

Esto debido a que el artículo 5 del Tratado de Washington, firmado en 1949, sostiene que “Las partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecido en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas”.

“En consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva, reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, asistirá a la Parte o Partes así atacadas“, se añade.

En ese sentido, “se adoptarían seguidamente, individualmente y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer y mantener la seguridad en la región del Atlántico Norte”.

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