La Generalidad de Cataluña declaró este jueves una emergencia por sequía en Barcelona y su área metropolitana, y en Girona y su entorno. Esto ante la situación de los embalses que abastecen estas zonas por la falta de lluvias.
Por la falta de agua, se verán afectados 202 municipios que estaban en preemergencia, y que suman 5,9 millones de habitantes.
El anuncio lo hizo el presidente Pere Aragonès y el conseller de Acción Climática, David Mascort, en una rueda de prensa tras la reunión extraordinaria de la Comisión Interdepartamental de la Sequía, donde se ha decidido declarar la emergencia en el sistema Ter-Llobregat después de que las reservas de estos embalses hayan bajado de los 100 hectómetros cúbicos, el umbral para entrar en emergencia.
Según el Plan Especial de Sequía, la fase 1 de emergencia limita el consumo a 200 litros por habitante y día; se prohíbe el riego de árboles y jardines botánicos, excepto el de supervivencia; también se limita el llenado de piscinas y el uso de duchas en gimnasios y centros deportivos, y se prohíbe el uso de duchas e instalaciones de limpieza de pies en las playas.