Jose Robles/Aton Chile
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José Navarro Labbé (31), el denominado Brujo de Licantén e imputado por la sustracción de una niña de 11 años, en esa comuna de la Región del Maule, envió una carta desde la cárcel de Rancagua, donde está en prisión preventiva, para desmentir las acusaciones de abuso sexual.

La Tercera publica en su portal la carta de ocho carillas de Navarro, quien mantuvo en su poder a la menor durante por ocho días y quien será reformalizado el próximo viernes 18 de mayo por el delito de abuso sexual. Reiteró que quería proteger la niña, pues su abuelo quería hacerle daño.

“Mi nombre es José Navarro Labbé, el mismo que estuvo ocho días y siete noches con (el diario omite el nombre de la víctima), perdidos en los cerros. No fue que yo me haya querido llevar a esta menor, muy por el contrario, ella es quien me solicita mi protección, ya que el abuelo la quería matar”, relató el imputado.

La razón para esto, según su versión, es que la menor habría amenazado a su abuelo con denunciar el supuesto tráfico de droga que mantenía y al que ella había estado expuesta. Según sus antecedentes, la niña ha estado sometida al consumo de cocaína, ha sido descuidada por sus cuidadores y maltratada.

En la misiva, Navarro aseguró que el hoyo que cavaron era para él y para la niña, pues ahí el abuelo pensaba sepultarlos.

“Antes de que yo golpeara a Rafael tuvimos una discusión, la cual terminamos a combos. El viejo me pegó en la sien y en la boca del estómago. Yo le pego unas patadas y combos, pero este saca una corta pluma y me proporciona un corte. Tras ello, el viejo enfurecido viene, toma la pala con ganas de decapitar a la niña, de lo cual yo me percato, reaccionó, recojo el chuzo y lo golpeo, no con la intención de matarlo, sino de noquearlo”, contó.

Al presenciar dicha situación, siempre según la historia de Navarro, la niña le habría pedido irse con él. “Ahí yo le doy mi palabra y hago una promesa a la menor que mientras estuviera conmigo nada le pasaría. Oferté hasta mi vida con tal de que ella viviera para que pudiera contar lo ocurrido”, indicó.

Si bien reconoce que no se siente “orgulloso” de haber evadido a los efectivos policiales que trabajaban en la búsqueda, sostuvo que esto lo hizo porque “no confiábamos en nadie”.

Cuando llegaron a la casa de los padres de Navarro, le “preguntan a la niña si yo la habría tocado o abusado y esta responde que no. Le dice él me está cuidando, yo le digo a mi hermana que llame a alguien de su confianza o si no, no me iba a entregar”.

El imputado utiliza la declaración para hacer presente que durante el proceso investigativo se han pasado a llevar sus derechos. Primero, los efectivos de la PDI que lo detuvieron, como mencionó, se fotografiaron junto a él sin su autorización.

Luego, insistió en que la autoridad a cargo de la investigación, el fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, vulneró sus derechos al tomarle declaraciones en ausencia de su abogado, por lo que solicita que se cambie al persecutor a cargo de las indagatorias.

“No se tomó en cuenta el doble intento de homicidio del abuelo hacia la niña y mi persona, tampoco se ha investigado el tema del tráfico (…) Mientras estén estos dos fiscales no declaro lo que yo sé de esa familia, porque el 2009 fueron ellos los que no me dieron la oportunidad de defenderme”, mencionó, aludiendo a la sentencia que cumplió en Curicó tras ser condenado por el delito de abuso sexual en contra de una de sus hermanas menores.

En ese sentido, agregó que a su familia “la han amenazado de muerte, por eso yo quiero que se esclarezca esto. Además, el fiscal Richards estaría sometiendo a la niña a un juego mental en Concepción con sicólogos y siquiatras. Está jugando sucio”.

El abogado Jorge Arroyo Salgado, defensa de Navarro, reafirmó esta postura y en entrevista con La Tercera aseguró que “acá se ha querido construir un delito en base al cual no existe más allá de una participación circunstancial de mí representado. Esto, eventualmente, sólo podría constituir el delito de inducción al abandono del hogar y lo dudo”.

Así, indicó que considerando que no estando las garantías suficientes para que su representado declara en dependencias del Ministerio Público, sólo lo hará ante un tribunal.

“Cualquier tipo de declaración se realizará en el juzgado, porque se debe recordar que anteriormente, los mismos fiscales que están en esta causa, investigaron y persiguieron a José. Entonces a mí, como defensor, no me da ninguna certeza de que esta sea una investigación objetiva”, manifestó, haciendo presente que hace más de un mes pidió el cambio de fiscales a cargo del caso al fiscal nacional, sin tener, hasta el momento, respuesta a la solicitud.

Arroyo quiso dejar en claro que Navarro “nunca abusó sexualmente de la menor, sólo buscaba resguardar su seguridad (…) Él está tranquilo, está preparado, está súper claro, bien de su cabeza en términos de poder enfrentar un tribunal”.

Consultado por La Tercera sobre las acusaciones que realiza José Navarro, el persecutor Mauricio Richards aseguró que tanto en este caso como en otros, según lo establece la Ley Orgánica del Ministerio Público, “no corresponde que se emitan opiniones”.

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