FRANCISCO FLORES SEGUEL/AGENCIAUNO
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Un grupo de ex monjas relataron abusos sexuales y laborales de distinto tipo que sufrieron por años, especialmente en la Congregación de “Hermanas del Buen Samaritano”.

Además, aseguraron que tras hacer las denuncias a sus superiores por estos hechos, fueron castigadas y expulsadas de la Iglesia Católica sin haber sido resarcidas ni moral ni económicamente.

Las historias de abuso se dieron a conocer en un reportaje de Informe Especial (TVN), centrándose principalmente en las religiosas que pasaron por la congregación de derecho diocesano, ubicada en la comuna de Molina, en la Región del Maule.

La ex religiosa Yolanda Tondreaux aseguró que, en su caso, los abusos se iniciaron apenas se puso los hábitos.

“Un sacerdote se me acercó, me tocó el pecho y me dio besos en la cara llegando hasta los labios. Me manoseó. Me dio asco”, recordó, asegurando que hizo la denuncia a la madre superiora Patricia Ibarra, sin recibir la ayuda esperada ya que ésta la trató de “mentirosa” y le ordenó confesarse con el mismo cura denunciado. “Las chicas jóvenes se fueron del convento por lo mismo, porque habían curas que las manoseaban”, dijo Tondreaux.

Dentro de la iglesia además aseguró ver que se les entregaron cheques por hasta 20 millones de pesos a religiosos que enfrentaban denuncias por abusos, como el ex párroco Fernando Karadima.

También denunció que recibía millonarios montos el obispo de Talca, Horacio Valenzuela, discípulo de Karadima y que más de 23 hermanas, entre las que se encuentra ella, fueron desvinculadas de la congregación sin ningún tipo de beneficio.

En el mismo tenor, la ex religiosa Eliana Macías relató que además de manoseos, vio a sacerdotes entrando a las habitaciones de las monjas para realizar actos impropios, o para verlas sin ropa. “Decía que nunca había visto una mujeer desnuda, por eso lo hacía.

El cura también se iba al patio y se desnudaba. Lo sabía la madre superiora. A mí me daba asco, repugnancia”, relató.

En el reportaje también entregó su testimonio Consuelo Gómez, quien en mayo pasado dio a conocer en Emol los abusos que sufrió por parte de una monja en España.

Las ex monjas contaron que antes de ser expulsadas, recibieron tratos humillantes y que fueron obligadas a trabajar como sirvientas para sacerdotes o en tareas domésticas dentro de la orden.

El grupo de monjas denunció estos hechos al nuncio Ivo Scapolo, quien fue enviado a Chile por el Papa Francisco en enero para recabar antecedentes por los casos de abuso en que estaban involucrados sacerdotes.

Las religiosas señalaron que aún no reciben respuesta oficial de ningún ente de la Iglesia Católica.

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