Paul Plaza/Aton Chile.
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Cuatro horas de audiencia fueron en total las que enfrentaron que enfrentó Juan Pablo Hermosilla, representante de James Hamilton, Juan Pablo Cruz y José Andrés Murillo, víctimas de Karadima contra Nicolás Luco, abogado del Arzobispado de Santiago, en el juicio en el marco del juicio por los abusos del ex sacerdote contra menores de edad.

En la exposición, el representante de la Iglesia reconoció que fue un error de parte de la institución no haber hecho caso a las denuncias de Hamilton, Murillo y Cruz, centrándose en las características de Fernando Karadima.

Sin embargo, el punto fuerte vino de parte de Hermosilla, que leyó una carta de parte del cardenal Francisco Javier Errázuriz al nuncio apostólico Giuseppe Pinto hecha en 2008, donde se da cuenta que el sacerdote tenía conocimiento de los abusos desde aquella época y donde se pide que no se archive en la documentación oficial porque “cualquier infidencia de otras personas que tengan acceso, puede causar un daño muy grave”.

En el texto se lee textual “por respeto al padre Karadima no le pedí al promotor que lo interrogara (a Karadima), sólo le pedí a mons. Andrés Arteaga (obispo auxiliar de Santiago y una de las manos derechas de Karadima) su parecer y él consideró que todo era absolutamente inverosímil”.

Este texto no formaba parte de la carpeta investigativa y formaba parte de uno de los documentos incautados por la Fiscalía Regional de O’higgins.

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