El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció que el primer monumento LGBTI, instalado en el Cerro Santa Lucía, fue atacado por desconocidos que destruyeron la placa conmemorativa.
El monumento fue instalado el pasado 10 de diciembre y su placa estaba puesta sobre una cápsula del tiempo que resguarda documentos con la historia de la diversidad sexual y de género en Chile, la que será destapada en 100 años más.
La placa, ahora destruida, tenía escrito que “enviamos un saludo al Chile del futuro con la esperanza de que en este territorio y en el mundo habrá plena igualdad, no discriminación y respeto a los derechos humanos de todas las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y heterosexuales”.
Ante esto, el dirigente del Movilh, Rolando Jiménez, señaló que “repudiamos este acto vandálico, a todas luces homofóbico y tranfóbico, que pretende dañar la memoria histórica de un grupo social discriminado por su orientación sexual o identidad de género. Haremos todo lo posible por ubicar a los responsable”.
Jimenez explicó que el ataque consistió en el lanzamiento de “piedras a la placa, y ahora, la rompieron completamente, sin dejar rastro de la misma. Es, por donde se mire, un ataque lo cual nos tiene muy tristes”.
“Si piensan que conseguirán su objetivo, se equivocan, pues re-instalaremos la placa las veces que sea necesario. La dignidad y los derechos humanos, siempre serán superiores a la delincuencia”, enfatizó Jiménez.
Finalmente, el dirigente indicó que el hecho fue denunciado ante la municipalidad de Santiago y que “hemos solicitado que indaguen la existencia de cámaras en el sector para saber si hay algún registro de este atentado de odio”.
Tras instalarse la placa el pasado 10 de diciembre, el Movilh tomó conocimientos de las primeras amenazas y declaraciones de odio contra la iniciativa proveniente de neonazis y grupos conservadores.
Según indicaron desde la organización, las amenazas vendrían de eguidores del ex candidato presidencial José Antonio Kast que llamaron a “rayarlo, a mancharlo, a mearlo, en fin a vandalizarlo, como lo que hacen ellos cuando algo no les gusta”, y del neonazi Movimiento Social Patriota (MSP) que criticó públicamente la instalación del símbolo LGBTI.