La sentencia del juicio canónico contra el sacerdote John O’Reilly determinó suspender por 10 años su ejercicio sacerdotal, al determinar que es culpable de cometer abuso sexual contra un menor de edad.
La información se dio a conocer a través de un comunicado de los Legionarios de Cristo y, además de la prohibición del ejercicio, tiene la obligación perpetua de fijar residencia fuera de América Latina y la prohibición perpetua de tener contacto voluntario con menores de edad.
También se le sugiere recibir apoyo psicológico y espiritual.
“Como Congregación, estos hechos nos provocan profundo dolor y volvemos a pedir perdón por el sufrimiento causado. Conscientes del compromiso que tenemos como Iglesia, y por nuestra historia institucional, estamos firmemente comprometidos con el cuidado y la protección de cada uno de los niños y jóvenes que participan en nuestras actividades. Desde 2015, hemos implementado una exigente Política de Ambientes Seguros que consta de medidas integradas de prevención, formación continua, códigos de conducta y protocolos de actuación inmediata en el caso de denuncias, entre otras”, indica el escrito de la Congregación, consignado por La Tercera.
El comunicado agrega que el O’Reilly está viendo con su abogado la sentencia, ya que la sentencia concluye con la mención del derecho de apelación.