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Agencia Uno
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El jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, aseguró que la expulsión de 56 extranjeros el día domingo se ajustó a la normativa.

Esto difiere a lo dicho por el Servicio Jesuita de Migrantes que denunció que parte de los expulsados no tuvo el debido proceso y no fueron notificados. Ese mismo día presentaron un recurso de amparo y, de hecho, ese día la Corte de Apelaciones de Santiago la acogió en el caso de una mujer.

De acuerdo a Bellolio, en entrevista con “La Mañana Interactiva” de Agricultura, “en promedio las personas que fueron expulsadas el domingo, fueron notificadas, es decir, tenían la expulsión en sus manos hace dos meses“.

“En promedio las personas se habían autodenunciado, o sea voluntariamente habían declarado ingresar clandestinamente a Chile o habían sido fiscalizados por la PDI y se había tomado el registro que habían ingresado clandestinamente hace siete meses”, añadió.

“Por lo tanto tuvieron entre 7, o al menos 2 meses, para hacer los descargos, para poner los recursos judiciales, para entregar más información para demostrar el arraigo, para solicitar regularización, y no lo hicieron. Y lo hicieron, justamente a último minuto para tratar de evitar que saliera el avión con expulsados“, cuestionó.

Según Bellolio, dentro de los 56 expulsados había un caso “emblemático” de “cuatro ciudadanos venezolanos condenados por traficar niños por la frontera”.

“Es sorprendente que la Defensora de la Niñez no se haga parte de estos juicios en contra de estos traficantes de niños y que también haya hecho el punto que no deba expulsarse extranjeros, aún cuando hayan traficado niños”, sumó a su crítica.

Lo que señala el jefe del Departamento de Extranjería es que estas organizaciones “lo que nos están diciendo es que, a pesar de que fueron notificados dos meses antes de la expulsión, siempre se tiene que bajar el avión y siempre tiene que estar disponible a eso a ultima hora, lo que claramente no coincide con una migración segura, ordenada y regular“.

“Principalmente, el problema, que hace mucho estas organizaciones, es que normaliza el ingreso clandestino, dicen que da lo mismo cómo entren“, criticó.

Bellolio asegura que aquí no es un problema del acceso a la justicia y que la expulsión se concrete un fin de semana, sino que el Servicio Jesuita de Migrantes busca evitar las expulsiones. “Ellos prefieren que no se expulse a traficantes de niños porque son extranjeros. Ellos prefieren que no se expulsen a quienes ingresaron de forma clandestina al país porque consideran que está bien o es normal ingresar de forma clandestina al país”, dijo.

Nosotros hicimos el análisis en cada uno de los casos y estuvo siempre ajustado a la normativa, incluso nos juntamos con todas las organizaciones de las Naciones Unidas, tomamos todas sus recomendaciones y las aplicamos en un protocolo que fue acordado con su país de origen. Se revisa al menos tres veces la posibilidad de que haya un niño, niña o adolescente validado, que muestre que efectivamente tiene un hijo en Chile. Se analiza el contexto y las otras condiciones”, aseguró.

“Si tú ves los fallos, los fallos hablan del tema de refugio, que es un tema nada que ver. Ningún fallo te dice que haya un problema que haya un problema sobre el acceso a la justicia“, afirmó.

Revisa la entrevista a continuación: 

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