Con el objetivo de aportar al combate contra el cambio climático, Grünenthal Chile en alianza con la Municipalidad de Peñalolén y Corporación Cultiva, realizaron una masiva plantación de árboles nativos en el parque Quebrada de Macul.
La actividad contó con la participación de la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, representantes del laboratorio y la organización medioambiental, así como también vecinos de la comuna. Esta alianza representa una importante colaboración público-privada, la cual se materializa en la reforestación del Parque Quebrada de Macul con la plantación de 250 árboles nativos, la infraestructura y suministro de agua durante dos años para el regadío de los árboles y asegurar así, su sobrevida.
“En Peñalolén estamos comprometidos con la protección del medioambiente y el combate contra el cambio climático y, por eso, junto a Grünenthal plantaremos 250 árboles de especies nativas en el Parque Natural Quebrada de Macul, un lugar abierto y gratuito para toda la comunidad que protege un ecosistema único y una biodiversidad invaluable. Queremos, con acciones concretas, contribuir al cuidado de nuestro planeta y reforzar, al mismo tiempo, las alianzas público-privadas que son fundamentales para enfrentar los grandes desafíos actuales y futuros”, dijo la alcaldesa Leitao.
Esta iniciativa se enmarca en la celebración de los 75 años de Grünenthal, como parte de la campaña “Trees for our Planet”, que tiene como meta plantar 7.500 árboles en todo el mundo, para aportar a la disminución de la huella de carbono que todos producimos.
Richard Nevares, gerente general de Grünenthal Chile, comentó que “en nuestra hoja de ruta buscamos contribuir con nuestra aspiración de ayudar a proteger el planeta para las generaciones futuras a través de iniciativas como esta. Hoy son 250 árboles, pero nuestro compromiso son 1.500 en total en la Región Metropolitana”.
El representante de Cultiva, Rafael Lambert destaco la necesidad de tener comunidades conscientes y activas para generar los cambios socioambientales que el mundo requiere. Y explicó que “un árbol en 20 años de vida va a capturar 2 toneladas de material particulado y lo va a devolver a la tierra, acá estamos plantando 250 árboles por lo tanto vamos a capturar 500 toneladas de material particulado que en vez de estar en atmósfera contaminando va a volver a la tierra”.
Las especies plantadas corresponden a Litre, Colliguay, Huingán, Romerillo y Quillay, las cuales son resistentes al clima cambiante y se adaptan a lugares secos. Según estimaciones, una persona promedio en Chile genera 4 toneladas de CO2 al año. Un árbol como el Quillay captura alrededor de 0,5 toneladas de CO2 en un periodo de 30 años, por lo cual, una persona tendría que donar ocho árboles anuales por los años de su vida para compensar su huella totalmente.