Ministro Valenzuela
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Como un “milagro histórico” calificó el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, el trabajo que desarrollan en medio del desierto de Atacama los agricultores de la Cooperativa Campesina Lickan Antai, responsables de la viña de Toconao.

Este proyecto, que contó con un mejoramiento en su matriz de riego por goteo y la instalación de paneles fotovoltaicos, gracias al trabajo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), está enfocado en la producción de Vinos de Altura, rescatando las tradiciones ancestrales de los atacameños y relevando la importancia de la seguridad y soberanía alimentaria. 

“Estamos hablando de un verdadero milagro histórico. Estamos acá en el oasis del desierto de Atacama en Tonocao. En la viña extraordinaria que Wilfredo impulsó retomando la historia de su abuelo, de sus padres introduciendo nuevas cepas como el Malbec, Syrah, Petit Verdot, produciendo un vino de alta calidad, tanto blanco como tinto, desde el desierto optimizando el agua, combatiendo el viento, el sol fuerte, porque son capaces”, dijo el ministro.

“Este es un ejemplo de lo que ha pedido el Presidente Boric, ir por la seguridad y la soberanía alimentaria en las regiones, diversificando su agricultura y en el caso de Antofagasta el desafío de recuperar la agricultura, porque está viva, pervive”, agregó.  

En esa línea, destacó el trabajo que están impulsando tanto el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) como la Comisión Nacional de Riego (CNR).

“Nos hemos comprometido a que el Indap y el Ministerio de Agricultura, el INIA, el SAG, todos sus servicios, la Comisión Nacional de Riego trabaje codo a codo con las comunidades agrícolas de la Región de Antofagasta, para que la agricultura de esta región se dinamice y productores maravillosos como ellos tengan apoyo del Ministerio de Agricultura en el Gobierno de Gabriel Boric”, sostuvo Valenzuela.  

Tal como lo explicó Wilfredo Cruz, el trabajo que desarrollan en las viñas de Toconao es único en el continente. “Somos únicos en altura, 2500 metros sobre el nivel del mar en Chile, y lo hacen manos Lickan Antai, las manos indígenas de aquí de esta tierra y somos vinos cósmicos porque los iluminan los astros celestiales 340 días del año. Los declaramos vinos heroicos porque hacer agricultura en el desierto cuesta bastante, sobre todo en el desierto más árido del mundo como es el Salar de Atacama (…) apostamos en estos viñedos totalmente, impulsando y ayudando a los demás cooperados, porque somos una cooperativa Lickan Antai”, planteó.

Este proyecto está ubicado en la comuna de San Pedro de Atacama, es una cooperativa indígena que produce aproximadamente 15 mil botellas al año. Es un trabajo que ya lleva 12 años y están cultivando sobre los 2.500 metros del nivel del mar.

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