Europa Press/Contacto/Sheldon Cooper - Archivo.
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Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de China (CDC-China) han rechazado la última acusación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una presunta falta de transparencia en la entrega de información sobre el origen del coronavirus y han acusado una vez más a la agencia de la ONU de actuar al servicio de intereses políticos contra Pekín.

La crítica de la OMS ha venido en forma de un editorial de su principal responsable técnica, Maria Van Kerkhove, en el que describió como “inexcusable” que un grupo de científicos internacionales encontrara el mes pasado datos recopilados recientemente por colegas chinos en la base genética internacional GISAID sobre posibles agentes contaminantes en el mercado de Wuhan, epicentro de la enfermedad; información que la OMS lleva pidiendo a China desde hace tres años.

En respuesta, la investigadora de los CDC-China Zhou Lei ha declarado este sábado su consternación ante las acusaciones y defendido la actuación de su equipo. “Me sorprende de veras que responsables de la OMS hayan acusado a China de falta de transparencia”, asegura en rueda de prensa recogida por el ‘Global Times’.

“Hemos realizado análisis de investigación conjuntos y en profundidad, cuyos resultados han sido aprobados de manera colectiva por la OMS y nuestros propios expertos”, ha añadido.

El propio director de los centros, Shen Hongbing, ha asegurado también que China proporcionó toda la información pertinente entre 2020 y 2021, y que las acusaciones de Van Kerkhove son una “vulgar ofensa a los científicos que trabajaron en el esfuerzo inicial de rastreo”.

Instamos a ciertas personas en la OMS a que regresen a la posición de la ciencia y la imparcialidad, en lugar de convertirse en una herramienta para politizar el origen del coronavirus por parte de algún país, ya sea de forma voluntaria o forzada”, ha añadido Shen durante la rueda de prensa de los CDC, esta vez recogida por Bloomberg.

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