El expresidente Sebastián Piñera pidió este miércoles al Gobierno a que “no desnaturalice la esencia” de los Liceos Bicentenarios y que no “abandone el sentido último” de estos.
El ex jefe de Estado participó de un encuentro con más de 20 directores de este tipo de establecimiento educacional, que nacieron hace 12 años y que suman en total 320 a nivel nacional.
Para Piñera los Liceos Bicentenarios son “una de las mejores políticas educaciones en Chile” y que demuestran sus resultados “con excelencia”, mejorando “significativamente la calidad de la educación, la igualdad de oportunidad”.
Además, dijo que “han facilitado el acceso de sus alumnos a la Educación Superior, conquistado las preferencias y los corazones de los padres y apoderados”. Esto, según el exmandatario, se logró basándose en “valores muy importantes”.
“Primero, el compromiso con la excelencia de la calidad de la educación (…) ese compromiso involucra a todos. Segundo, valores como el respeto, disciplina, la paz y el considerar la sala de clases como un lugar sagrado. Tercero, los Liceos Bicentenarios se han comprometido con la comunidad educativa, la calidad y el amor por la educación y por el colegio. Un sentido de misión a cumplir”, señaló Piñera.
“Eso hace la diferencia entre los Liceos Bicentenarios, que han tenido muy buenos resultados, y los liceos emblemáticos que ha pasado justo lo contrario”, sostuvo.
Bajo esa línea, recordó que “el Gobierno había anunciado que iba a terminar con los Liceos Bicentenarios, muy grave error. Afortunadamente, ha enmendado el rumbo y ha anunciado 80 nuevos” establecimientos.
“Queremos pedirle al Gobierno que no adultere, que no abandone el sentido último de los Liceos Bicentenarios, que es un compromiso con la calidad de la educación y la excelencia“, expresó el expresidente.
Asimismo, argumentó que este tipo de colegios “son la prueba viviente y elocuente de que sí podemos mejorar la calidad de la educación en Chile”.
“Y le pido al Gobierno que no desnaturalice la esencia de los liceos bicentenarios“, concluyó.