En días de calor extremo, mantener una adecuada hidratación es clave para evitar problemas de salud. Beber agua constantemente, incluso sin sed, es el primer paso.
Los expertos recomiendan entre 2 y 3 litros diarios. Si prefieres variar, opta por infusiones frías o agua con frutas.
Incorporar alimentos ricos en agua, como sandía, melón o pepino, también ayuda a mantenerte hidratado. Evita bebidas deshidratantes como café o alcohol y prioriza agua mineral o bebidas isotónicas si haces deporte.
Además, usa ropa ligera y permanece en lugares frescos para reducir el riesgo de golpe de calor. Presta atención a señales como mareos, fatiga o boca seca, que pueden indicar deshidratación.
Ver comentarios