
Los mercados globales reaccionaron con un entusiasmo inusitado este miércoles, luego de que la administración de Donald Trump anunciara una pausa de 90 días en la imposición de nuevos aranceles comerciales, con la excepción de China. La decisión provocó un rebote histórico en las bolsas internacionales, liderado por los índices estadounidenses, y también tuvo un fuerte impacto en el mercado chileno.
El repentino viraje en la política comercial del gobierno estadounidense generó un efecto inmediato en Wall Street. El S&P 500 se disparó un 9,5%, registrando su mayor incremento diario desde la crisis financiera de 2008. A su vez, el Nasdaq 100 trepó un impresionante 12%, mientras que el Dow Jones subió un 7,87%. El alivio en los mercados reflejó el fin –al menos temporal– de la incertidumbre que había sacudido a los inversionistas por varios días consecutivos.
El anuncio de Trump consistió en mantener los aranceles solo para China, a la que se le aplicará un gravamen del 125%, mientras se otorga un plazo de 90 días sin nuevas medidas a los demás socios comerciales de EE.UU. Esta decisión fue recibida como una señal de distensión que devolvió optimismo a los operadores.
IPSA chileno salta con fuerza y lidera en la región
En línea con el impulso global, la bolsa chilena también vivió una jornada histórica. El índice IPSA escaló 4,33%, cerrando en 7.473,43 puntos, su mejor desempeño diario desde septiembre de 2022. Las acciones de SQM-B encabezaron las alzas con un avance de 10,9%, seguidas por Vapores (5,98%), CCU (5,22%) y Banco de Chile (4,84%).
Este repunte se dio en medio de un renovado apetito por el riesgo, que también se reflejó en los mercados de deuda. Los bonos del Tesoro estadounidense, que en jornadas previas habían sido refugio frente a la incertidumbre, comenzaron a ceder terreno. Los rendimientos a dos años volvieron a superar el 4%, mientras se moderaban las expectativas sobre futuros recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.
Cautela ante la euforia
Pese al entusiasmo generalizado, analistas del mercado advirtieron que la pausa arancelaria no disipa del todo los riesgos. La tensión acumulada en días anteriores podría tener efectos duraderos sobre la planificación de empresas y sobre las relaciones internacionales, lo que pone en duda una recuperación económica sostenida. El foco, dicen, ahora se traslada a las próximas decisiones de Trump y a la evolución de las negociaciones comerciales en las semanas que vienen.