
El papa Francisco sorprendió este domingo a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro al hacer una aparición inesperada al término de la misa del Domingo de Ramos, en medio de su convalecencia por problemas de salud.
Aunque no estaba contemplado en el programa oficial debido a su estado físico, el pontífice decidió saludar brevemente a los asistentes desde el papamóvil, generando una emotiva ovación por parte de los presentes. La ceremonia litúrgica fue presidida por el cardenal Leonardo Sandri, prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales, mientras el Santo Padre siguió la misa desde un sector reservado.
Esta aparición, aunque breve, fue vista como un gesto de cercanía del Papa hacia los católicos en una de las celebraciones más significativas del calendario litúrgico, que marca el inicio de la Semana Santa.
El Vaticano no entregó mayores detalles sobre el estado actual de salud del pontífice, de 88 años, quien en los últimos meses ha enfrentado diversas complicaciones respiratorias que han limitado sus actividades públicas. Sin embargo, fuentes cercanas aseguran que Francisco continúa recuperándose con reposo y tratamiento médico.