
El gobierno de Israel anunció este domingo la suspensión inmediata del suministro de electricidad a la Franja de Gaza, antes de que se lleven a cabo nuevas negociaciones indirectas con el grupo islamista Hamás. Eli Cohen, ministro de Energía israelí, confirmó la medida mediante un comunicado grabado, argumentando que se utilizarán “todas las herramientas disponibles” para lograr la liberación de los rehenes y garantizar que Hamás no permanezca en Gaza tras el fin de la guerra.
Hamás condenó esta decisión, calificándola de “chantaje mezquino e inaceptable”, y reiteró su oposición a las políticas de Israel hacia Gaza, que lleva más de 15 meses de guerra desde el ataque de milicianos islamistas en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. A pesar de la tregua vigente desde el 19 de enero, ambos bandos se acusan mutuamente de violar el acuerdo.
La medida de cortar la electricidad afecta directamente a la única línea eléctrica entre Gaza e Israel, que abastece la principal planta desalinizadora del territorio, esencial para proveer agua a más de 600.000 personas.
En paralelo, se planean nuevas negociaciones en Catar, donde delegados de Hamás y una misión israelí viajarán para continuar discutiendo los términos del cese al fuego. Además, el enviado especial de Estados Unidos para los rehenes en Gaza, Adam Boehler, expresó en una entrevista que se espera un acuerdo sobre la liberación de los rehenes en las próximas semanas.