
Un accidente grave ocurrió el pasado miércoles durante la ceremonia de botadura de un destructor naval norcoreano en el astillero de Cheongjin, ubicado en el noreste del país. Así lo informó este jueves la agencia estatal KCNA, que además reportó una fuerte condena por parte del líder norcoreano, Kim Jong-un.
El incidente, descrito por el mandatario como “un acto criminal que no puede ser tolerado”, se produjo cuando un fallo técnico interrumpió el procedimiento de lanzamiento del buque de guerra. Según la información oficial, un error en la sincronización de las plataformas de desplazamiento provocó que la popa del navío se soltara antes de tiempo, quedando atascada. Este problema impidió liberar correctamente la proa del destructor, dañando parte de la base del casco.
Kim exige responsabilidades y señala negligencia
El gobernante presenció el accidente y no ocultó su descontento. Atribuyó lo ocurrido a “pura negligencia, irresponsabilidad y empirismo anticientífico”, apuntando directamente a organismos del Partido, entre ellos el Departamento de la Industria de Municiones. “Se produjo un grave accidente en el que la sección de proa no pudo ser liberada debido al atasco en la popa”, explicó la agencia KCNA.
Kim aseguró que los responsables del incidente deberán “rendir cuentas” en la próxima reunión plenaria del Comité Central, que se realizará en junio. Afirmó que este hecho ha afectado “la dignidad y el orgullo nacional”.
La embarcación, de 5.000 toneladas, forma parte del plan de modernización naval que impulsa Pyongyang. Según medios norcoreanos, el buque estará equipado con “las armas más poderosas” y podría entrar en operaciones a inicios de 2026.
Aunque el gobierno no entregó detalles técnicos, analistas internacionales creen que el destructor naval norcoreano podría portar misiles nucleares tácticos de corto alcance, a pesar de que Pyongyang aún no ha probado la miniaturización de sus ojivas.
Desarrollo militar y cooperación con Rusia
El accidente ocurre en medio del fortalecimiento del programa militar del régimen. Según el ejército surcoreano, el nuevo destructor naval norcoreano podría haber sido desarrollado con asistencia rusa, como parte de un intercambio por el envío de tropas norcoreanas al conflicto en Ucrania.
En los últimos meses, Kim ha insistido en acelerar la modernización de sus fuerzas armadas. En marzo, visitó instalaciones donde se construye un supuesto submarino nuclear, proyecto que, en sus palabras, impulsará “radicalmente” la marina norcoreana. También ha anunciado el desarrollo de drones submarinos con capacidad nuclear, aunque expertos dudan de su efectividad real.