Más de 126.000 residentes del estado norteamericano de California (EEUU) se quedaron sin electricidad en las últimas horas por la enorme tormenta de nieve que va a sacudir la práctica totalidad de sus condados, así como los estados vecinos, a lo largo de este fin de semana y el lunes.
Desde ayer por la mañana, más de 30 millones de estadounidenses están bajo alertas climáticas en el oeste, que van desde advertencias de tormenta de nieve en las montañas cercanas a Los Ángeles hasta alertas de sensación térmica en las llanuras del norte.
La tormenta terminó de acumular humedad el viernes para convertirse en un río atmosférico “moderado”, lo que ha agravado sus efectos y arrojado cantidades extremas de precipitación, según ha explicado Elizabeth Schenk, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional en San Diego, al ‘Los Angeles Times’.
Este domingo, la tormenta comenzará a desplazarse a través del estado de Arizona, acompañada de una nueva lluvia y nieve al norte de California, con precipitaciones desde Sacramento hasta el norte de Seattle, para desde ahí desplazarse hacia el este, con amenaza de clima severo para los estados de Oklahoma, Texas y Kansas.
Unas tormentas parecidas azotaron el estado de California a principios de invierno y dejaron 20 fallecidos y cuantiosos daños materiales.