
Este miércoles, la Fuerza Aérea de Ucrania denunció que Rusia lanzó un ataque con misiles contra fábricas e infraestructura crítica en la ciudad de Dnipró. Según las autoridades ucranianas, se utilizaron un misil balístico intercontinental, un misil aerobalístico Kh-47M2 Kinzhal y siete misiles de crucero Kh-101.
Las defensas aéreas de Ucrania lograron interceptar seis de los siete misiles de crucero, pero no pudieron derribar los misiles balísticos, considerados entre los más sofisticados del arsenal ruso. A pesar del impacto, las autoridades señalaron que los misiles no derribados no causaron daños significativos.
El ataque ruso ocurrió días después de que Ucrania utilizara misiles de fabricación estadounidense y británica para golpear objetivos en territorio ruso, una acción que Moscú había advertido que interpretaría como una escalada del conflicto.
En paralelo, Estados Unidos reabrió su embajada en Kiev tras haber cerrado temporalmente debido a la amenaza de un ataque ruso masivo. La embajadora estadounidense en Ucrania instó a los ciudadanos norteamericanos a “permanecer vigilantes y estar preparados para refugiarse en caso de alerta aérea”.
El conflicto en Ucrania se encuentra en un punto crítico tras más de 1.000 días de guerra, con constantes intercambios de ataques y tensiones internacionales en aumento.